Con el actual precio de los combustibles, el litro de gasolina va camino de los 3 euros, cualquier solución es buena. En este caso un coche de gas GLP puede echarnos una mano para reducir el gasto en combustible.
Dos razones por las que no comprar un coche GLP
PROCESO DE REPOSTAJE
Repostar el gas resulta un proceso algo incómodo. Es similar a recargar un mechero con una bombona pero a lo bestia. Es habitual que tanto al presurizar la manguera o al retirarla haya pérdidas y fugas de gas, algo muy aparatoso. Puedes solicitar la ayuda de un operario de la gasolinera para que te ayude. Lo hacen encantados.
INCERTIDUMBRE LEGAL y FISCAL
Ahora mismo los combustibles de gas cuentan con beneficios fiscales a nivel europeo. Fueron creados hace años y terminan en 2023. Año en el que no está cada claro que sigan vigentes o que se modifiquen y pasen a tener el mismo tratamiento que el resto de combustibles. Por ello están en un limbo legal que no sabemos muy bien como puede evolucionar durante todos los años.
Una incertidumbre relativa si tenemos en cuenta la situación real del resto de los combustibles fósiles en la actualidad. Que tienen la espada de Damocles sobre su cabeza en 2035 y un horizonte cuanto menos incierto. Al igual que los coches híbridos, una tecnología de transiciones de la que desconocemos por completo su evolución en los próximos años.
