¿Cuántas veces has estado atrapado en un atasco interminable y has visto a una ambulancia o a una moto maniobrando entre los coches, sintiendo impotencia por no poder ayudar? Pues la DGT prepara cambios, y no se limitan a la baliza V-16 de la que todo el mundo habla. Ha confirmado que se avecinan dos grandes medidas que van a modificar la experiencia al volante en situaciones de congestión.
El año 2026 será un punto de inflexión para la seguridad y la fluidez en las carreteras españolas. Los atascos van a ser gestionados de una forma totalmente nueva, poniendo fin a viejas prácticas y, sobre todo, protegiendo a los vehículos de emergencia y a los motoristas.
Por el arcén: Vía libre (controlada) para motos y vehículos de auxilio

El arcén siempre ha sido un espacio reservado solo a emergencias o averías. Sin embargo, en el día a día de un atasco, se convierte a menudo en una zona gris, donde las motocicletas, buscando agilizar su trayecto, lo invaden de forma habitual, creando una situación de alegalidad y, a veces, de riesgo.
Pues bien, a partir de 2026, la DGT trae un cambio en el Reglamento General de Circulación que supone un giro completo a esta realidad.
Con el artículo 36.3 del Reglamento, aprobado y publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), circular con una motocicleta por el arcén en caso de retención dejará de ser una infracción. Se legalizará un comportamiento que ya es habitual en nuestras carreteras, pero con unas condiciones muy claras y estrictas que tú, como conductor de coche, debes conocer.
La DGT ha explicado que esta medida busca sobre todo dar fluidez a la circulación de los motoristas en condiciones seguras. Pero no es un cheque en blanco para correr por el arcén; de hecho, la velocidad máxima permitida estará limitada a 30 kilómetros por hora. Es importante que sepas que este permiso se activa solo cuando hay atasco o retención.
El objetivo es doble: por un lado, darles a los motoristas una vía de escape segura, y por otro, conseguir que no circulen haciendo eses entre los coches parados, una maniobra que incrementa el riesgo de accidente en el tronco principal de la vía.
Esta idea ya se propuso en 2020 con una velocidad inicial de 40 km/h, que se ha rebajado a 30 km/h para priorizar la seguridad. Es una medida que, bien implementada, podría reducir los riesgos y el estrés de miles de motoristas que se desplazan a diario por zonas congestionadas. Como conductor de coche, esto significa que cuando veas un atasco, debes estar atento al arcén, pero no te preocupes, ya que las motos deberían circular a una velocidad muy reducida y controlada.
Pero las motos no son las únicas beneficiadas por la revisión del artículo 36. En su punto 36.4, el nuevo reglamento dará luz verde para que los vehículos de auxilio en carretera, como las grúas, también puedan circular por el arcén en caso de retención. De nuevo, la velocidad estará limitada a 30 km/h, y deberán utilizar sus señales luminosas y reflectantes para advertir su presencia.
Con esta modificación, podrán acceder más rápido al lugar, retirar los vehículos implicados y, por tanto, restablecer la circulación lo antes posible. Esta es una medida de pura lógica para acortar la agonía de los atascos.
En cuanto a los vehículos prioritarios en servicio de urgencia (policía, bomberos, ambulancias), también podrán usar el arcén debidamente señalizados. La diferencia es que, para ellos, no habrá restricción de velocidad, ya que la urgencia que deban atender será la que marque el ritmo de su circulación.
La obligación de abrir un pasillo de emergencia

Si has conducido alguna vez por autopistas en países como Alemania, Austria o Luxemburgo, ya conoces la segunda gran revolución que traerá la DGT: el carril o pasillo de emergencia. Esta medida, que se implementará con la reforma del artículo 32 del RGC, es vital y te afecta directamente como conductor de cualquier vehículo.
El concepto es sencillo, pero su impacto es enorme. El pasillo de emergencia consiste en la creación obligatoria de un corredor central por parte de los conductores que están atrapados en una retención. Y aquí viene la parte que tienes que recordar:
- Si circulas por el carril derecho o central, tienes que desplazarte lo máximo posible hacia tu derecha.
- Si circulas por el carril izquierdo, tienes que desplazarte todo lo que puedas hacia tu izquierda.
El objetivo es facilitar un pasillo central y despejado por el que puedan circular a toda velocidad los vehículos de emergencia: policía, bomberos y ambulancias. Esto no es una sugerencia; es una nueva norma de obligado cumplimiento que busca evitar que estos vehículos vitales se queden atrapados sin posibilidad de llegar a atender una emergencia.
Francisco de las Alas-Pumariño, jefe de la Unidad de Normativa de la DGT, lo explica muy claro: «Se trata de arbitrar un comportamiento en autopistas y autovías para facilitar el acceso a los vehículos prioritarios, agilizar el acceso y la evacuación de las víctimas de un siniestro y restablecer la circulación lo antes posible”.
No pienses en ello solo como una obligación, sino como un acto de civismo. Ese vehículo de emergencia que estás dejando pasar puede ir a socorrer a un familiar tuyo o, incluso, a ti mismo en otro momento.
Hasta ahora, la DGT recomendaba facilitar el paso, pero no concretaba cómo. Esta reforma del RGC convierte esa recomendación en una ley con un comportamiento específico, haciendo que todos los conductores tengan que actuar de la misma manera y, por lo tanto, creando un pasillo de manera rápida y eficiente. No hay excusas para no abrirse. En el momento en que veas que el tráfico se detiene o avanza muy lentamente, empieza a abrirte hacia el lado que te corresponda.
Un 2026 más seguro y fluido

Estos cambios demuestran que la DGT no solo está centrada en las tecnologías (como la V-16 conectada), sino también en la mejora de la gestión del tráfico y la seguridad vial en situaciones cotidianas y estresantes como son los atascos.
El objetivo final es claro: reducir el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia y, al mismo tiempo, dar más fluidez y seguridad a la circulación de los vehículos de dos ruedas, especialmente vulnerables en las retenciones. Es un avance hacia una circulación más inteligente y cívica, donde el respeto mutuo en situaciones de congestión se convierte en la norma.
Así que, la próxima vez que te encuentres atrapado, recuerda: a partir de 2026, tu papel no será solo esperar, sino también actuar. Tendrás la obligación de abrirte para crear el pasillo de emergencia, y verás cómo las motocicletas y grúas pueden usar el arcén de forma legal para avanzar.
Estos cambios harán que, aunque los atascos sigan siendo un fastidio, serán gestionados de una manera mucho más eficaz y, sobre todo, mucho más segura para todos los implicados. Tu forma de conducir en retenciones está a punto de cambiar para siempre.





























































































































































































































