¿Compraste un coche nuevo entre 2006 y 2013? Probablemente pagaste de más sin saberlo y podrías recuperar miles de euros. El llamado Cártel de Coches ha afectado a más de 9 millones de conductores en España y sigue vivo en los juzgados, con indemnizaciones que en algunos casos superan los 10.000 €.
Durante esos años, 25 marcas de coches pactaron en secreto para inflar los precios de venta y reducir la competencia, perjudicando directamente a los compradores. Aunque las autoridades multaron a los fabricantes por esta práctica ilegal, la mayoría de los propietarios afectados sigue sin saber que puede reclamar parte de su dinero. Y el tiempo se agota…
El cártel que vació la cartera de los conductores

Durante casi una década, los principales fabricantes y distribuidores de vehículos en España compartieron información sensible para reducir la competencia entre ellos. Ese intercambio les permitió fijar precios artificialmente altos, lo que supuso un sobrecoste directo para los consumidores. Si compraste un coche nuevo entre 2006 y 2013, es muy probable que hayas sido víctima de este fraude.
Según las estimaciones, los sobrecostes oscilarían entre el 10% y el 15% del precio de compra del vehículo. Por ejemplo, en un coche de 20.000 €, podría traducirse en una indemnización de entre 2.000 y 3.000 €. Aunque, en algunos casos, las compensaciones a los afectados pueden alcanzar las cinco cifras, sobre todo en flotas empresariales o vehículos de alta gama.
Los jueces se ponen de tu parte

Aunque la multa de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sentó un precedente, ha sido la vía judicial la que ha abierto la puerta a las reclamaciones. Según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), los afectados pueden exigir compensaciones hasta el año 2026.
Los tribunales españoles han comenzado a fallar en su mayoría a favor del consumidor. Sin embargo, el ritmo de las reclamaciones es sorprendentemente bajo: menos del 5% de los afectados han iniciado el proceso. La falta de información, el miedo a los procesos judiciales y la falsa creencia de que no merece la pena intentarlo son algunas de las razones que explican esta inacción.
Una oportunidad con fecha de caducidad

El tiempo juega en contra de los afectados. Según la legislación vigente, las reclamaciones pueden presentarse hasta 2026, lo que deja menos de un año para iniciar el proceso. Pasado ese plazo, cualquier derecho a compensación podría quedar anulado. Por eso, las plataformas legales que están gestionando estas demandas insisten en la importancia de actuar cuanto antes.
Desde la legaltech española Cartel.es, una de las más activas en este terreno, aseguran que todavía hay millones de euros sin reclamar. «Si no se produce una movilización masiva, existe el riesgo real de que estas prácticas se repitan en el futuro», advierten. Y no es para menos: la falta de respuesta ciudadana no solo permite que las marcas se sigan beneficiando de sus malas prácticas; también lanza un mensaje de impunidad.
Afectados por el cártel: ¿cómo reclamar?

Por fortuna, reclamar ya no es tan complicado como antes. Gracias a los avances en tecnología legal, plataformas como Cartel.es han desarrollado herramientas que automatizan el proceso de principio a fin. Mediante un algoritmo inteligente, validan si el vehículo estuvo afectado por el cártel, calculan el importe que se puede reclamar e incluso presentan la demanda ante los tribunales.
Este modelo ha permitido iniciar ya más de 100.000 reclamaciones, muchas de ellas en forma de demandas colectivas agrupadas por marca. Esta fórmula no solo agiliza el procedimiento judicial, sino que reduce los costes y mejora la eficacia. “En algunos casos, como en Valladolid o Asturias, se han logrado sentencias favorables contra Renault, Ford y Citroën para más de 80 afectados al mismo tiempo”, explican desde la plataforma.
Cualquiera tiene derecho a recuperar su dinero

Aunque se suele pensar que este tipo de compensaciones solo afectan a particulares, lo cierto es que las empresas también pueden recuperar dinero, sobre todo si adquirieron vehículos para sus flotas durante los años en que operó el cártel. De hecho, algunas de las indemnizaciones más elevadas provienen precisamente de este tipo de casos.
Es importante subrayar que la reclamación no exige conservar la factura de compra ni ser propietario del coche. Basta con tener algún documento que acredite la adquisición —como un contrato de financiación o un seguro a nombre del comprador— para que el proceso pueda iniciarse. Es decir, millones de personas que se han visto afectados por el cártel aún estarían a tiempo de reclamar.