El seguro es uno de los gastos fijos que sí o sí tendrás que pagar si tienes coche, aunque el precio final varía según la antigüedad al volante del conductor, el número de partes y multas en los últimos años y el coche que conduzcas. Pero a pesar de ser un gasto inamovible, sí que hay ciertos trucos para ahorrarte hasta un 30% en tu póliza.
Y es tan sencillo como ajustar los tiempos de contratación de la póliza, revisar las coberturas o jugar con el perfil del conductor. Y si no, siempre puedes tirar de picardía a la hora de negociar las coberturas y, por ende, el precio final. Te puedes ahorrar hasta un 30% al año, así que toma nota de estas cinco claves.
Los cinco trucos para pagar menos por tu seguro

- Elige el momento para contratar: las prisas salen caras, así que no esperes al último día para renovar, porque las aseguradoras saben que no tienes mucho margen y terminando subiendo la cuota. Lo ideal es empezar a buscar con tres o cuatro meses de antelación para poder acceder a tarifas más competitivas.
- Ajusta la modalidad y las coberturas reales: un todo riesgo no compensa siempre. Por ejemplo, una póliza con franquicia —si es razonable— reduce bastante la primera. Revisa también qué coberturas están incluidas (coche de sustitución, lunas, asistencia en carretera) para ver si las necesitas e incluso puede que estén ya incluidas en otros servicios que tengas contratados.
- Busca descuentos ‘ocultos’: la letra pequeña que nadie lee. Por ejemplo, domiciliar el pago en una cuota única o vincular el seguro del coche con el del hogar puede suponer algún descuento o bonificación. Pregunta siempre por estas posibilidades.
- Aprovecha tu historial de buen conductor: hay bonus que premian a los conductores que acumulan varios años sin dar martes ni multas. Por tanto, puedes acogerte a esto si te quieren subir el precio en una renovación. Y ojo, si cambias de compañía no empiezas de cero, porque puedes solicitar un certificado de siniestralidad a tu aseguradora actual para que aplique un buen nivel de bonificación.
- Jugar con el perfil del asegurado: el titular de la póliza no tiene por qué ser la misma persona que conduce el coche. Por ejemplo, en caso de los conductores jóvenes o con poca experiencia, lo ideal es contratar el seguro a nombre de un familiar con más años de carnet y un buen historial. Eso sí, el conductor joven debe estar también incluido, aunque quizá compensa más como conductor habitual.
Otros consejos para negociar con tu aseguradora

Ninguna compañía te lo va a reconocer abiertamente, pero sí que tienen ciertos márgenes para ajustar tu seguro. El mejor truco es anticiparte a la fecha de renovación para poder comparar varias aseguradoras, precios y coberturas. Incluso hay algunas que prometen bajar el precio del seguro si lo contratas con ellos, aunque suelen ser ofertas puntuales o con requisitos.
Y aunque utilices un comparador online para tantear el terreno, es mucho mejor llamar directamente a cada compañía para obtener la tarifa más competitiva por tu seguro. Y no aceptes nunca la primera propuesta, porque si muestras intención de irte o de seguir buscando, te van a ofrecer algún descuento extra.
Otro consejo importante para contratar tu seguro: no te ‘cases’ con nadie. Da igual que lleves años en la misma aseguradora, porque eso casi nunca se traduce en mejores precios. De hecho, basta con echar un vistazo rápido al panorama del sector para encontrar una póliza más barata.
Revisa siempre los extras innecesarios y consulta si hay ofertas o promociones concretas que te ayuden a ahorrar en tu seguro obligatorio.





























































































































































