La renovación del Volkswagen Polo está casi a punto. El modelo alemán, que se fabrica en la factoría navarra de Landaben se enfrenta a las últimas fases de su desarrollo y lo hace ya con las pruebas en carretera, donde nuestros colegas de CarPix lo han cazado, todavía camuflado, pero ya dejando ver rasgos de lo que ofrecerá.
Porque el futuro Polo tiene por delante un importante reto, seguir manteniéndose en el podio de los coches más vendidos de Europa. No en vano, el utilitario de Volkswagen es el segundo modelo más vendido en Europa, solo por detrás de su hermano, el incombustible Golf. Pero la verdad es que cada vez la pelea se va a poner más dura.
Muchos rivales
El futuro Volkswagen Polo tendrá que hacer frente a modelos recién renovados como el Renault Clio o el Opel Corsa, a modelos recién llegados al mercado como el inminente Citroën C3 o los futuros Seat Ibiza y Ford Fiesta. Y a otros modelos sin grandes cambios en los últimos tiempos pero con un gran tirón comercial, como el Peugeot 208, el Toyota Yaris o el Mazda2. Eso significa que el Polo tendrá que ponerse las pilas.
Y parece que lo está haciendo. El nuevo Polo utilizará la nueva plataforma MQB A0 del grupo Volkswagen, una base que va a estrenar el nuevo Seat Ibiza y que también utilizarán los futuros SUV compactos de Seat (el Arona) y el futuro Volkswagen Polo SUV. Con el uso de esta plataforma, la distancia entre ejes crecerá hasta los 2,56 metros de longitud -9 centímetros más que el actual Polo- lo que garantiza una mayor habitabilidad en su interior, aunque no parece que vaya a crecer de tamaño total y seguirá rondando los 4 metros de longitud.
No se esperan cambios radicales en su diseño exterior, como es norma en la marca alemana. Y en su interior se aumentará la calidad de acabados y materiales para tratar de acercarse a los niveles del Golf. Y contará con sistemas de infoentretenimiento de última generación, con posibilidad de conexión tanto para dispositivos Android como Apple.
Arranca con los motores tricilíndricos
En cuanto a los motores, la futura gama del Polo contará con propulsores de gasolina de 3 cilindros como escalón de entrada a la gama, con potencias que podrían oscilar entre 75 y 115 caballos. Por encima se situarían variantes de 4 cilindros (de 140 a 160 caballos) y en diésel, los TDI podrían ofrecer alternativas entre 90 y 130 caballos.
Y por encima de todos ellos, el Polo GTI, que también podemos ver en estas fotos espía, y que contará con un motor TFSI cuya potencia rondará los 200 caballos y para cuyo manejo se utilizará el cambio automático DSG.
Aunque las fotos de los coches de pruebas corresponden a versiones de cinco puertas, la nueva generación, posiblemente, siga ofreciendo alternativas de 3 y 5 puertas; algo que ya no hacen algunos de sus rivales, como el Renault Clio o el futuro Seat Ibiza.
