Está claro que los ruidos no son buenos. Suelen ser la señal de alarma de que algo no va bien y, en el caso de tu coche, de que alguna parte no funciona correctamente. Si bien es cierto que tampoco conviene volverse especialmente paranoico, hay que tenerlos controlados.
En el caso de los frenos, el sonido más habitual es ese molesto chirrido que es capaz de atraer las miradas de todo el que ande por la calle en ese momento. A pesar de lo mal que suenan, pueden ser síntoma de un gran número de problemas más o menos relevantes. Cosas casi sin importancia o desgastes serios, que pueden derivar en averías.
Cómo eliminar los chirridos de las pastillas
Es posible solucionar el chirrido por nuestra cuenta, limpiando, procurando una correcta lubricación y sustituyendo los componentes en caso de que resulte oportuno. Vamos paso a paso. Para ello primero levanta la rueda del coche que hace ruido con el gato y los caballetes para asegurar la posición del vehículo. Después quita la rueda e inspecciona los componentes del sistema de frenos, pastillas y discos, para ver si muestran signos de desgaste, grietas o deformación.
Limpia el polvo de la pinza de freno y del disco de freno con un producto limpiador para frenos antes de desmontar el mecanismo de freno. Inspecciona su interior, prestando atención a cómo se encuentran las pastillas de freno para ver si se han desgastado. Ojo, revisa también los pernos para ver si están correctamente lubricados, sino aplica lubricante.
Por último, también debe revisarse el estado de los cubrepolvos. Para ello utiliza la llave para separar la zapata del rotor. Tienes que alcanzar la pinza de freno, aflojar y quitar los tornillos de sujeción, limpiarlos y engrasarlos con un producto lubricante y un trapo.
