Está claro que los ruidos no son buenos. Suelen ser la señal de alarma de que algo no va bien y, en el caso de tu coche, de que alguna parte no funciona correctamente. Si bien es cierto que tampoco conviene volverse especialmente paranoico, hay que tenerlos controlados.
En el caso de los frenos, el sonido más habitual es ese molesto chirrido que es capaz de atraer las miradas de todo el que ande por la calle en ese momento. A pesar de lo mal que suenan, pueden ser síntoma de un gran número de problemas más o menos relevantes. Cosas casi sin importancia o desgastes serios, que pueden derivar en averías.
4Hazte con las herramientas necesarias
Si quieres apañártelas tú solo, necesitas estar bien equipado y, concretamente, para solucionar el problema de los chirridos de los frenos, primero debes disponer de ciertas herramientas que te permitan evaluar el problema y solucionarlo. Poder maniobrar con confianza solo es posible con un gato y un caballete para levantar el vehículo. Una vez puedas acceder a la zona necesitas producto limpiador de frenos, espray antichirridos y un trapo.
Además, te puedes imaginar que necesitas caja de herramientas, llaves de tuercas de distintos tamaños y, por cierto, repuestos, en caso de que tengas que sustituir algún componente (como pastillas, discos o líquido de frenos, además de un martillo de goma).
