Está claro que los ruidos no son buenos. Suelen ser la señal de alarma de que algo no va bien y, en el caso de tu coche, de que alguna parte no funciona correctamente. Si bien es cierto que tampoco conviene volverse especialmente paranoico, hay que tenerlos controlados.
En el caso de los frenos, el sonido más habitual es ese molesto chirrido que es capaz de atraer las miradas de todo el que ande por la calle en ese momento. A pesar de lo mal que suenan, pueden ser síntoma de un gran número de problemas más o menos relevantes. Cosas casi sin importancia o desgastes serios, que pueden derivar en averías.
3Otras partes también producen chirridos
En las pinzas hay diversos componentes que pueden ser la causa de ruidos anómalos en los frenos. Si los clips que sujetan las pastillas están oxidados y sin lubricación se oirán ruidos extraños. También tienes que vigilar la lubricación de los pernos de deslizamiento.
En los discos también se puede encontrar el origen del chirrido de los frenos. Pueden estar gastados, rayados, agrietados, mal colocados o, incluso, oxidados. Un frenado insuficiente por problemas en el sistema hidráulico también es una causa probable del chirrido de los frenos porque si hay alguna pinza que no aprieta el disco con suficiente fuerza, lo único que hará será rozar y rechinar con fuerza.
