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Algunas ‘lindezas’ de los CEO contra la Euro 7: ‘No va a funcionar y es totalmente inviable’

La norma Euro 7 ya está aprobada y todavía tardará unos años en entrar en vigor, pero algunas voces importantes del sector avisan de los riesgos que conlleva.

El pasado mes de febrero, el CEO de Stellantis Carlos Tavares afirmó que la Euro 7 «no es útil, es costosa y no trae beneficios». Por su parte, Skoda ha alertado de que, si la intención de la Unión Europea sigue adelante, modelos exitosos como el Kamiq, el Scala y el Fabia serán invendibles.

Volkswagen alerta de que la Euro 7 supondría el fin de los coches térmicos baratos, mientras SEAT y CUPRA señalan que dicha normativa pondría en riesgo la viabilidad de fábricas y miles de empleos.

Los fabricantes de coches de clase media perjudicados

Wayne Griffiths, CEO de Cupra

Volkswagen está pidiendo que la entrada en escena de la norma Euro 7 se retrase aproximadamente un año. El fabricante aboga por que los nuevos estándares de emisiones de la Unión Europea se prolonguen al menos hasta el otoño de 2026, un poco más de un año después de lo previsto. Todo ello con el objetivo de que los coches nuevos cumplan con los estándares para el otoño de 2027.

En un documento elaborado por Volkswagen se pone de manifiesto que los fabricantes de automóviles necesitan de un margen de dos años para aplicar los estándares planificados y tres años para cubrir todas sus gamas de automóviles nuevos.

“Como industria, no estamos en contra de la Euro 7, solo queremos que no cause daño”, ha querido reafirmar Wayne Griffiths, CEO de SEAT y CUPRA, en una conversación con Business Insider España.

“Se trata de una legislación imprudente”, ha dicho Griffiths. Bajo su criterio, se trata de una medida “poco realista” y “técnica y financieramente inviable”. Además, implantar la norma tal y como está planteada puede conllevar el cierre de muchas fábricas y la pérdida de miles de empleos. “Significaría dejar de construir estos coches, por lo tanto, estaríamos en riesgo real de cerrar muchas fábricas y de perder miles de empleos. Y eso no es algo aceptable ni para nosotros ni para el resto de fabricantes”, explica Griffiths al medio español.