Una vez más la compañía británica Land Rover vuelve a emitir un comunicado para llamar a revisión a un buen número de sus emblemáticos Range Rover de última generación. Todo ello con el objetivo de solucionar un problema en forma de fuga de aceite en el motor, que podría ser potencialmente desastrosa. Y eso que este motor afectado no lo fabrican ellos, sino que llega desde Alemania a la planta de Solihull donde se ensambla este todoterreno.
Y es que los más de 1.500 Range Rover afectados utilizan el motor de gasolina conocido con el código NC11, un bloque 4.4 V8 Biturbo que ensambla para la casa británica la compañía alemana BMW. Tanto es así que se trata de un motor muy utilizado en la firma bávara y que incluso anima a sus modelos más poderosos y firmados por la división BMW M.
BMW fabrica este motor que usan los Range Rover
Según apunta la compañía británica, han detectado que las fijaciones utilizadas para asegurar las mangueras que llegan al radiador de aceite, utilizan un acoplamiento de rosca que no es el adecuado, lo que significa que esas roscas podrían llegar a pelarse y las mangueras podrían aflojarse, con lo que ello conlleva para el 4.4 V8 Biturbo de estos Range Rover.
Y es que si esto sucede, apuntan los chicos de Land Rover que “se derramarán volúmenes importantes de aceite de motor sobre la superficie de la carretera”, lo que también representa un riesgo importante para otros usuarios de la vía.
Se habla por tanto de un total de 1.520 vehículos los afectados por estos problemas con las tuberías del radiador de aceite. Todo ellos son Range Rover de última generación y fabricados entre los días 4 de septiembre de 2023 y 10 de octubre de 2023 en la planta que la casa británica tiene en Solihull, Reino Unido.
Solo dos versiones utilizan este 4.4 V8 Biturbo
La casa británica se dio cuenta por vez primera de este problema el pasado 24 de octubre, cuando en uno de esos motores, aún estando en la propia fábrica y sin haber llegado al vano motor de un Range Rover, presentaba una de esas mangueras que conectan con el radiador de aceite suelta. De forma inmediata se inició una orden de detención y se comenzó a investigar el asunto. Hasta que el pasado 16 de noviembre se tomó la decisión de emitir un retiro de las unidades fabricadas en esas fechas antes mencionadas. Por suerte, la compañía no ha recibido ningún informe relacionado con este problema, ni en Europa, ni en Estados Unidos.
Los propietarios de uno de estos Range Rover afectados van a ser notificados sobre la campaña de revisión lo antes posible, indicándoles que deben llevar su vehículo a un concesionario oficial para ser debidamente revisado, así como para reemplazar las defectuosas fijaciones de los tubos que se conectan con el radiador de aceite del motor. Todas estas reparaciones se harán de forma totalmente gratuita para el cliente.
Actualmente solo dos versiones del Range Rover son las que utilizan este corazón NC11 que fabrica para la casa británica los chicos de BMW (también se utiliza en los Range Rover Sport, que parecen no estar afectados por esta campaña de revisión). Se trata de las variantes P530 y P615, que comparten ese 4.4 V8 Biturbo que es capaz de generar 530 y 615 CV de potencia respectivamente, además de 750 Nm de par motor en ambos casos. También ambas versiones del Range Rover usan un sistema híbrido ligero de 48 voltios con el que en España consiguen la etiqueta ECO de la DGT.
