La historia de Skoda en España en estas cuatro décadas de presencia en el mercado automovilístico español es la historia de un cambio radical; porque aunque la marca tenía una larga trayectoria como fabricante de coches y de coches distinguidos y elegantes, en 1983, cuando llegaron al mercado español de la mano de un importador la imagen no era esa. La lista de precios del primer número de Motor16 reflejaba que Skoda vendía el 120 LS, un compacto de motor trasero con estilo soviético como alguno de los modelos de los países del Este que trataban de abrirse camino en Europa Occidental.
La filosofía de la marca y que se reflejaba en sus modelos era ofrecer robustez sin florituras y a un precio bajo; porque en realidad no proponían armas tecnológicas para luchar con los fabricantes occidentales. Claro que la cosa cambió pronto, primero con la llegada del Favorit, lanzado en 1985 y que ya ofrecía un estilo algo más llamativo gracias al diseño de Bertone. Sin embargo eran modelos que mecánicamente seguían brillando por su sencillez, fiablidad y austeridad.
La historia de Skoda cambia con la integración en el Grupo VW
Pero con la caída del Muro de Berlín y el adiós al comunismo, Skoda se integra dentro del Grupo Volkswagen y la cosa cambia radicalmente. Es 1991 y los primeros cambios se aprecian en el Felicia, el sucesor del Favorit, aunque aún sobre la base de este modelo. El gran cambio llega en 1995 con el Octavia y el Fabia, los dos modelos con los que empieza a cambiar radicalmente su imagen de productos fiables sin más a lo que actualmente es Skoda, una de las marcas líderes en el grupo Volkswagen.
Ese camino lo ha recorrido la marca apoyándose en modelos como el Octavia, un ejemplo de aprovechamiento máximo del espacio –que es una constante en todos los lanzamientos de la marca- o el Fabia, el utilitario que luchaba sin ningún rubor con los modelos de las marcas clásicas. Octavia y Fabia son los dos grandes éxitos de una marca que, consolidada con productos populares –a los que se podía sumar el Rapid, Roomster o el Yeti… Y después el Karoq o el Kamiq, pronto se lanzó a cotas más altas.
Superb, lo más lujoso de Skoda
Por eso, por ejemplo, el Skoda Superb que desde su primera generación destacó como una berlina de lujo que ofrecía una experiencia de conducción premium a un precio más accesible que muchas de las marcas de lujo competidoras. O para distinguir aún más a sus modelos, la apuesta por unas versiones aventureras con tracción 4×4 denominadas Scout que empezaron con el Octavia. O la introducción de variantes de alto rendimiento y máxima deportividad, conocidas como RS.
Ahora, la marca checa no solo sigue el camino de la fiabilidad, la robustez y la versatilidad, sino que en la electrificación, con su familia Enyaq sigue llevando esos valores a la nueva movilidad eléctrica, incluso con deportivas versiones RS que demuestren que la sostenibilidad no tiene por qué ser aburrida.
