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Fiat trató de convertir Guadalajara en Turín con este elegante modelo

La historia del Centro de Producción de Stellantis en Vigo, que actualmente se dedica a la fabricación del Fiat Doblò y su versión eléctrica E-Doblò, tiene sus raíces en un pasado lleno de ambición y desafíos. Aunque muchos consideran que estos vehículos comerciales representan los primeros de la marca italiana fabricados en España, la verdad es que tuvieron un predecesor que marcó un hito en la industria automotriz española: el Fiat Hispano 514.

Fiat Hispano 514: Guadalajara como epicentro

Fiat Hispano 514

El Fiat Hispano 514 se ensambló en España entre los años 1931 y 1935, un periodo tumultuoso en la historia del país que vio el nacimiento y caída de la Segunda República. A pesar de los desafíos políticos y económicos de la época, el fabricante decidió establecerse en Guadalajara, adquiriendo parte de la fábrica de Hispano-Suiza y presentando un ambicioso proyecto al Ministerio de Industria.

El objetivo era claro: convertir a Guadalajara en un centro de producción automotriz de primer nivel en el corazón de España. Con el Fiat 514 como buque insignia, la planta comenzó a operar con una fuerza laboral de 600 empleados, alcanzando los 3.000 cuando estaba en pleno funcionamiento. Desde el principio, se apostó por la producción local, con la gradual incorporación de componentes fabricados en España.

Fiat Hispano 514: la elegancia personificada

El Fiat Hispano 514, con su diseño inspirado en las berlinas americanas de la época, prometía ser un éxito en el mercado español. Destacaba por su fiabilidad, su excelente rendimiento y sus acabados de alta calidad. La versión de cuatro puertas del modelo italiano se convirtió en un símbolo de elegancia y distinción en las carreteras españolas, con detalles cromados en la rejilla frontal y el distintivo logo con la bandera tricolor republicana en el radiador.

Fiat Hispano 514

Sin embargo, la historia tuvo otros planes. La inestabilidad política y económica que siguió a la proclamación de la Segunda República, junto con los efectos de la Gran Depresión, afectaron gravemente la rentabilidad de la planta de Guadalajara. Las devaluaciones de la peseta, las trabas burocráticas y el aumento de los aranceles hicieron que Fiat perdiera dinero en cada vehículo producido.

Después de cuatro años y aproximadamente 300 automóviles fabricados, Fiat vendió las instalaciones de Guadalajara a Hispano-Suiza, poniendo fin a un capítulo que podría haber sido crucial para el desarrollo industrial de la región. Aunque el proyecto del Fiat Hispano 514 no logró alcanzar todo su potencial, su legado perdura como un testimonio de los desafíos y oportunidades que marcaron los primeros años de la industria automotriz española.