El Jaguar E-Type es sin duda uno de los deportivos clásicos más bonitos que jamás se haya creado, pero, como todo clásico, la conducción, comodidad, y en ocasiones las prestaciones, no son lo mejor si se compara con un coche actual. No malinterpreten mis palabras, para mí un coche clásico no tiene comparación alguna con uno moderno en cuanto a estética, pasión, diseño, sonido o sensación pura tras el volante, pero el mundo ha avanzado y detalles tan importantes como unos buenos frenos o simplemente el detallito del aire acondicionado, cambian de forma sustancial un viaje; y sino que le pregunten a todos aquellos que se iban de vacaciones cinco en un 600 sin cinturones a 40 grados… qué tiempos aquellos.
Sea como fuere, los tiempos cambian y los coches, como todo lo demás, evolucionan; muchas veces a peor. Pero muchos son los entusiastas que siguen amando y sintiendo esa conexión especial con los clásicos que ningún coche moderno podrá darles. Sin embargo, dentro de este mundo existen dos clases de personas: las que lo quieren todo completamente original tal y como se hacía en aquellos años, y los que quieren disfrutar de un coche clásico, pero que debajo no sea una 'trampa mortal' y un constante runrún diciéndonos: ''a ver cuando me deja tirado…''. Es decir, clásico a simple vista, pero que tenga frenos modernos, ABS, airbags, etc…
Eagle o como convertir un coche en arte
A medio camino entre uno y otro encontramos a la compañía Eagle, dedicada desde hace unos años a darnos auténticas obras de arte que se basan en el precioso Jaguar E-Type, pero con alguna que otra modificación.
Y es que la última creación de estos chicos es un Eagle Lightweight GT, un coche que rinde homenaje a los 12 únicos Lightweight de carreras que fabricó Jaguar, pero con una ligera diferencia. Y es que, al contrario de lo que pasaba con los originales, que se veían despojados de toda cualidad de vehículo de calle para convertirse en una máquina puramente prestacional, donde lo que no era imprescindible se veía desmontado y encarando el cubo de la basura, estos Eagle Lightweight GT cuentan con un habitáculo que hará que viajar no sea un inconveniente, sino prácticamente una bendición.
El diseño externo se ha mantenido realmente clásico, quitando algún que otro detalle que lo hace mejorar en prestaciones o aerodinámica. También cuenta con unos pasos de rueda más anchos para acomodar esas nuevas ruedas de mayor tamaño. Es en su interior donde se ha puesto un empeño casi radical en convertir este deportivo clásico en un correcto coche para el día a día, donde el cuero y los materiales de calidad se funden con la madera y la gamuza, dando como resultado un habitáculo en el cual, si no fuese por que querremos salir a contemplar la hermosura de coche que es por fuera, disfrutar de la conducción diaria no será un problema. Incluso tiene aire acondicionado… Brillante.
2.500 horas de chapa y más de 8.000 en total
Para construir cada uno de estos Lightweight GT se comimenza por desarmar un Jaguar E-Type Series 1. Cada panel es sustituido por uno nuevo, hecho de aluminio ligero y al que se le ha dado forma cuidadosamente por especialistas durante más de 2.500 horas. Eagle ha cuidado mucho el diseño pero ha cambiado ligeramente alguna cosa en beneficio de la aerodinámica. Además de la carrocería en aluminio, las llantas hechas de magnesio, así como muchas otras piezas o el tubo de escape de titanio tienen como meta conseguir un peso realmente reducido, que al final queda en los 1.017 kg, lo que no está nada mal si tenemos en cuenta que no es un coche de carreras vacío en su interior, sino un coche con todas las comodidades posibles.
Con este peso, un diseño espectacular y un interior donde disfrutar sin sufrir, solo queda por añadirle el corazón bajo el capó, que en este caso es un seis cilindros en línea atmosférico de 4,7 litros que ha sido desarrollado específicamente por Eagle y que genera 385 CV de potencia. Dicha cifra se transfiere a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades que ha sido rediseñada y que permite al modelo pasar de 0 a 100 en menos de 5 segundos, alcanzando además como velocidad máxima los 273 km/h.
Cada Eagle E-Type lleva un trabajo a mano que supera las 8.000 horas, hecho por los especialistas de la compañía y que hace que tan solo abandonen sus instalaciones del Reino Unido dos coches cada año. Con esto sobre la mesa, el precio por cada uno de ellos no es nada barato, pero no es de extrañar. Por el momento la firma no ha especificado el precio de este modelo, pero teniendo en cuenta que varias de sus otras ediciones especiales han sido coches de millón de euros, no andará muy lejos este tampoco.
