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Conducimos el Kia Ceed GT, el nuevo GTI coreano

La gama del Kia Ceed va tomando forma. Comenzó con el hatchback, la versión de cinco puertas; siguio con el familiar Ceed Tourer, cuyo lanzamiento comercial comienza en España en breve y abrió una alternativa deportiva, con la original carrocería shooting brake del Proceed. Y aún falta una nueva carrocería para el modelo coreano, el futuro crossover que llegará hacia el otoño y que ya hemos podido conducir todavía camuflado y a falta de que se confirme su nombre, aunque todo apunta a que sera XCeed.

Pero además de que la gama vaya creciendo con nuevas carrocerias, siguen apareciendo nuevas versiones en los Ceed ya existentes. Y entre ellos, este GT corona la gama de la versión de cinco puertas y se convierte en el modelo más deportivo de la familia. Un modelo con rasgos de GTI no solo en su estética sino también en su desarrollo técnico, en sus características mecánicas y, sobre todo, en su espíritu. Porque lo que trata de transmitir Kia con el Ceed GT es diversión al conducir, como hacían los GTI originales.

204 caballos

Y eso lo hace a la perfección la marca coreana gracias, entre otras cosas, a la mano de Albert Bierman, Responsable de Investigación y Desarrollo del grupo coreano. Un hombre que forjó su carrera en la división MotorSport de BMW y que desde hace años se ocupa del desarrollo de los modelos más deportivos de Hyundai -como el i30 N– o Kia. Bierman siempre ha buscado que sus coches sean referencia en cuanto a diversión al volante; y no tanto en que dispongan de una potencia monstruosa.

Lo aplica en este Kia Ceed GT, que con sus 204 caballos podría parecer escaso frente a GTI que rozan o superan los 300 caballos, como el Renault Mégane RS, el Honda Civic Type R o el genuino Volkswagen Golf GTI. Pero este Ceed GT no quiere competir con ellos en potencia y sí en dinámica.

Para ello, el compacto coreano ha sido desarrollado específicamente, tomando la base del Ceed normal y dotándolo de características que resalten su filosofia. Se buscaba la máxima agilidad, mejorar las reacciones en curva e incrementar la tracción y la respuesta del coche… Pero sin convertirlo en un modelo radical que no pudiera utilzarse a diario. Para ello, entre otras cosas, se ha ajustado la suspension -con 10 mm menos de altura que en el Ceed normal y el Tourer-. Con ello se baja el centro de gravedad y gracias a que esa supensión es un 10 por ciento más dura delante y un 41 por ciento detrás, se reduce el balanceo de la carrocería.Se añaden nuevas estabilizadoras y el resultado es una mayor velocidad en el paso por curva.

Además se retocan otros elementos para adaptarlos a las nuevas exigencias, como el control electrónico de estabilidad, con una nueva puesta a punto, el sistema de gestión de la establidad, que se ofrece de serie, lo mismo es que el sistema de vectorización de par en la frenada -frena de forma inteligente de las ruedas interiores para reducir el subviraje en curva-. Y se retocan los frenos, con unos discos que pasan de los 280 mm a los 320 en las ruedas delanteras y que ven aumentaod su grosor 3 milímetros. Completa su puesta a punto específica el uso de unos neumáticos Michelin Pilot Sport 4, que proporcionan un gran agarre en curva y capacidad de tracción y la asistencia de la dirección que gana en rapidez de respuesta gracias a un motor eléctrico, logrando solo 2,44 vueltas de volante para girar entre topes.

Cambio manual o automático de doble embrague

Pero todo esto no serviría de nada sin un motor a la altura para mover este nuevo Ceed GT. Se trata de un propulsor 1.6 T-GDI con 204 caballos y 265 Nm de par máximo que está disponible desde solo 1.500 vueltas y hasta las 4.500, lo que garantiza un empuje permanente y progresivo. Si combinamos este motor con la joya de la corona de Kia en cuanto a cajas de cambio -el doble embrague de siete velocidades- el resultado es espectacular, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos o 225 km/h de velocidad máxima. Para los más clásicos de la conducción, hay una caja de cambios manual de seis velocidades con la que acelera en una décima más -7,5 segundos- y eleva la velocidad máxima hasta los 230 km/h.

El cambio automático permite, además, ofrecer un selector de modos de conducción, con una función Sport que varía el grado de dureza de la dirección y modifica ligeramente el carácter del sistema de propulsión; actúa sobre la respuesta del acelerador y la caja de cambios y permite mejorar la aceleración y apurar más las marchas cuando se acelera de forma contundente. Y un detalle más, cuenta con un generador electrónico de sonido para que al interior llegue nítido el sonido deportivo del motor.

A esta deportividad en su configuración mecánica hay que sumarle el estilo deportivo que transmite el Kia Ceed GT en su diseño con un frontal que dispone de grandes tomas de aire incorporado y una moldura negra brillante en la base. Y con una parrilla tiger nose modificada con un cromado oscurecido alrededor y que cuenta con el logo GT. En la vista lateral llaman la atención unos estribos acabados en negro brillante y rojo y las llantas de aleación de 18 pulgadas de aluminio y que son de serie. Cuentan con detalles en color rojo y disponen en su interior de pinzas de freno rematadas en el mismo color.

Muy divertido de conducir

Todas las características pintan bien sobre el papel. Y en la carretera el resultado está a la altura. Arrancamos y nada más hacerlo, el sonido que se transmite al habitáculo ya te sube la temperatura. En nuestras manos un Ceed GT con cambio automático que brilla por suavidad de marcha y por la rapidez en los cambios, sin que se aprecien saltos entre marchas. En marcha, el carácter deportivo le sale al Ceed GT en cada curva. Estabilidad sobresaliente, un excelente compromiso entre confort y deportividad en las suspensiones, lo que permite que sea cómodo pero muy efectivo en marcha. La dirección es precisa, con un gran tacto y la dureza justa. Y los frenos están a la altura de las exigencias del coche.

Los 204 caballos permiten que el Ceed GT logre un alto rendimiento en marcha, es rápido y progresivo. Y ofrece empuje instantáneo gracias a ese par máximo que se ofrece ya desde solo 1.500 vueltas. No son los 300 caballos de otros rivales, pero con estos 204 lo puedes pasar en grande, como nos demuestra el coche durante el recorrido por las carreteras de curvas de la zona interior de la provincia de Barcelona. Un GTI como los de antes, pero con toda la tecnología de los de ahora.