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Conducimos la gama Recharge de Volvo. Eficiencia y rendimiento

Volvo está listo para el presente y para el futuro. Con su gama Recharge de modelos híbridos enchufables, la marca sueca se ha convertido en líder del mercado, pues ya ofrece al menos un plug in en cada una de sus gamas. Son siete familias y 11 modelos los que conforman la gama de híbridos enchufables más completa del mercado. Y eso sin contar las versiones Mild Hybrid o el futuro eléctrico XC40 P8.

Una gama de híbridos enchufables que cuenta, además, con versiones de todo tipo de carrocerías, tamaños y potencias. Porque en eso Volvo ha sido absolutamente democrático. Con la base de la plataforma SPA que permite la utilización tanto de motores de combustión como électricos y la experiencia de la tecnología Twin Engine que la firma sueca lleva utilizando desde hace años en el XC90, Volvo ha creado una gama con múltiples opciones.

Etiqueta 0 en todas las carrocerías

Así, entre los Recharge vemos berlinas como el S60 y el S90, familiares, como el V60 y el V90 así como tres SUV, desde el más pequeño, el XC40 hasta el imponente XC90, pasando por el paso intermedio, el XC60. Todos ellos cuentan con la etiqueta 0 de la DGT y cuentan con potencias que oscilan entre los 262 caballos del XC40 T5 y los 390 de los modelos con la configuración T8 Twin Engine. En el punto medio, las versiones T6 Twin Engine con 340 caballos.

Con ellos se conforma una gama que combina lo mejor de la tecnología de combustión clásica con lo mejor de la electrificación. Porque la autonomía eléctrica que ofrecen -entre 45 y 59 caballos en función del modelo- permiten un uso diario con cero emisiones y todas las ventajas que eso conlleva. Y el motor de combustión ofrece libertad absoluta para viajes largos, vacaciones, etc…

En el primer caso, los trayectos son con absoluta suavidad, en silencio y con un confort de marcha y acústico, sobresaliente. En el segundo, el confort está garantizado, la suavidad también, pero el motor de combustión le añade nuevas posibilidades y más carácter al combinar su rendimiento con el de la parte eléctrica.

Hasta cinco modos de conducción

Esa combinaación de motores, con la que se puede jugar gracias a los diferentes modos de conducción -Pure para un uso cien por cien eléctrico, Hybrid para optimizar combustión y electricidad de la manera más eficiente y Power para sumar la potencia de ambos motores y maximizar el rendimiento- consigue además unos consumos medios sorprendentes, entre los 1,8 l/100 km del Volvo XC40 T5 Recharge; a los 2,1 l/100 km del XC90 Recharge T8 Twin Engine.

Además la conducción más deportiva, segura y dinámica se refuerza con un cuarto modo AWD, con una tracción total constante para optimizar la motricidad y la estabilidad en carreteras en malas condiciones. Y en algunos casos se ofrece el modo Individual, con el que se pueden combinar elementos favoritos de los demás modos para crear uno personal con una experiencia de conducción verdaderamente a medida.

Nuestra prueba tiene como protagonista al XC60 T6 de 340 caballos. Combina un motor de gasolina de 253 caballos con uno eléctrico de 87 para esa potencia conjunta. Y con ello el rendimiento es sobresaliente, como comprobamos en un recorrido que nos lleva desde Madrid hasta la provincia de Valladolid. En la parte de autopista, el XC60 se muestra como un viajero exquisito. Combina el uso de combustión y electricidad en cada momento para mantener cruceros con el mínimo consumo. Y la gestión de los motores hace que el sistema esté atento en cada momento para que ambos se apoyen si así lo requiere el momento.

Entonces, si pisamos el acelerador con decisión vemos cómo el empuje se multiplica gracias a la potencia instantánea del motor eléctrico. En la salida de la autovia, en una ruta que nos lleva a través de pueblos castellanos, activamos el modo Pure y entonces pasamos por ellos sigilosamente, en un ambiente de absoluto refinamiento.

La conducción de este modelo, su comportamiento y reacciones son similares a cualquiera de los XC60 de combustión tradicional, aunque es cierto que en algún momento se nota el mayor peso de las baterías, pero su ubicación hace que el coche ofrezca un mayor aplomo. Cambio, dirección y frenos son de primera. Y en cuanto a las suspensiones, tienden al confort, aunque en nuestro recorrido, casi todo por carreteras de buen asfalto, llanas y con pocas curvas, no se le ha exigido excesivamente a las suspensiones.

El resultado es formidable. El XC60 nos permite combinar lo mejor del presente y el futuro en esta versión que está disponible desde 59.760 euros, una cifra más que respetable para un modelo que ofrece mucho.