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Conducimos el Volvo XC40 Recharge Twin Engine. Un trabajo redondo

La electrificación de la gama Volvo va viento en popa. La firma sueca apuesta por diversas alternativas para hacer más limpia su gama; pero con gran importancia para la tecnología híbrida enchufable, que se va a convertir en la estrella de la gama. La marca sueca va a ofrecer al menos una versión plug in en cada uno de los modelos que tiene en el mercado. Para ello cuenta con la tecnología Twin Engine que lleva años desarrollando y que tuvo su primer representante en el XC90.

Con esta tecnología y las nuevas plataformas sobre las que desarrollar sus modelos Volvo se lanza ahora a ofrece un híbrido enchufable en su modelo más vendido, el XC40. El SUV más pequeño de la marca, ganador del premio al Mejor Coche del Año en Europa 2018, añade una nueva opción electrificada a su gama. Una alternativa que se une a la hibridación ligera representada por las versiones B4 y B5 y que abre la puerta al futuro eléctrico XC40 Recharge. Por cierto, aprovechando la oportunidad, todos los modelos de Volvo que se puedan enchufar, tanto los plug in como los eléctricos puros, pasarán a llamarse Recharge.

Llega al mercado en marzo

Por tanto, el nuevo XC40 Recharge T5 Twin Engine, se convierte en el primer Recharge que se ponga a la venta. Será en el mes de marzo cuando lleguen las primeras unidades al mercado, aunque ya está disponible para hacer pedidos por un precio que parte de 45.550 euros en su versión más básica y que llegan a los 50.620 en la más equipada y exclusiva versión R-Design. Un precio elevado para este primer plug in que llega a la parte alta de la gama, pues más adelante se ofrecerá un T4 Twin Engine con menor potencia y, evidentemente, un precio más ajustado.

Realizado sobre la plataforma CMA, dedicada a los modelos más compactos de la marca sueca, el Twin Engine combina un motor tricilíndrico, el 1.5 utilizado por las versiones de combustión del XC40 con 180 caballos en esta versión se une a un motor eléctrico con 60 kw que ofrecen una potencia combinada de 262 caballos. Una cifra que convierte a este XC40 en una de las alternativas más dinámicas de la gama del SUV sueco. Y no solo eso, también en la más eficiente, al menos mientras llegue el XC40 eléctrico.

Porque el Volvo XC40 Recharge T5 Twin Engine acelera de 0 a 100 km/h en solo 7,3 segundos, una medida que solo mejora el T5 normal con sus 247 caballos de combustión. Su velocidad máxima está fijada en 205 km/h. Y todo ello con un consumo combinado de solo 1,8 l/100 km según el protocolo de homologación NEDC -entre 2 y 2,5 l/100 km según versiones y equipamientos bajo el protocolo WLTP– una cifra imbatible para cualquier otro XC40. Porque cuenta con una batería de ion litio de 10,7 kWh que le permite almacenar energía suficiente para recorrer entre 42 y 46 kilómetros en modo eléctrico bajo la homologación WLTP. Con ello consigue la anhelada etiqueta 0 de la DGT que le abre de par en par las puertas de cualquier ciudad incluso en los momentos de mayor restricción.

Mantiene habitabilidad y maletero

Unas baterías que van situadas en el suelo del coche y no le influyen en ningún caso en la habitabilidad interior ni en la capacidad del maletero, exactamente iguales que en sus hermanos diesel o de gasolina. Tampoco hay variaciones en el diseño interior o exterior del coche más allá de la toma de corriente situada en el flanco delantero en la zona del conductor en la parte externa. Y en el interior, solo algunas de las funciones de la pantalla táctil central o el diseño del cuadro de instrumentos que cambia en función del tipo de propulsión con el que se mueva el coche en cada momento, varían.

Ese dinamismo que prometen sus cifras se refrenda con su comportamiento en carretera y su viveza de reacciones. Cuenta con tres modos de conducción seleccionables en un botón en la parte inferior de la pantalla central. Son los modos Hybrid -combina propulsión con gasolina o eléctrica en busca de la máxima eficiencia al tiempo que recarga la batería o consume su energía- Power -busca las máximas prestaciones y las reacciones más vivas- o el modo ECO, en el que trabaja en eléctrico hasta alrededor de los 100 km/h, momento en el que entra en funcionamiento el motor de combustión. Hay un cuarto modo, denominado Off Road pensado para las salidas de carretera, aunque el XC40 Recharge T5 Twin Engine está solo disponible como tracción delantera. Con estos modos y su caja de cambios automática de siete velocidades la respuesta está garantizada.

Para la mayor eficiencia, el cambio dispone de una posición B que refuerza la recarga de la batería con la energía generada en la frenada. Con este modo, que se selecciona en el mando del cambio, también se pueden subir y bajar marchas aumentando la capacidad de retención del coche y por tanto la carga de la batería.

Además dispone de funciones pensadas para mejorar al máximo la eficiencia. Así, en el menú de la pantalla se puede elegir, por ejemplo, que el motor de combustión cargue la batería o conservar la energía disponible en esta para utilizarla cuando consideremos, como por ejemplo al entrar en la ciudad. Todas estas virtudes se suman a las clásicas de Volvo: su amplio equipamiento, un nivel de acabado sobresaliente, una dotación de seguridad de vanguardia… El resultado es un SUV de lo más apetecible desde todos los puntos de vista.

Dinamismo garantizado

Lo refrenda el Volvo XC40 T5 Twin Engine durante la presentación internacional en la zona de los Alpes en la frontera entre Alemania y Austria. Bajo unas condiciones climatológicas adversas -esperábamos encontrarnos nieve y lo que sufrimos fue una intensa y consistente lluvia- los recorridos con el coche nos han confirmado las fortalezas del XC40. Y las han combinado con esa eficiencia y ausencia de emisiones del motor eléctrico.

El recorrido nos lleva por estrechas y sinuosas carreteras de montaña. En ellas el XC40 demuestra gran agilidad, con un empuje instantáneo gracias al apoyo del motor eléctrico. El cambio es suave y muy rápido en el cambio de marcha -la versión con levas en el volante es perfecta para esa conducción más dinámica-. Además, la entrada en funcionamiento del motor de combustión cuando nos pasamos de velocidad con el eléctrico está perfectamente sincronizada y no se nota en absoluto.

La dirección es precisa y transmite a la perfección lo que pasa bajo las ruedas. Y los frenos están a gran nivel en tacto y mordiente. Y aunque las suspensiones optan por el confort de marcha ofrece un aplomo extraordinario al que se sin duda le ayuda la ubicación de las baterías que bajan el centro de gravedad del coche. Corre y mucho y resuelve los adelantamientos en un santiamén.

El sabor de boca que deja es excelente. Y a la espera de probarlo más a fondo, y tal vez de la llegada del eléctrico que lo hará en 2021, no se nos ocurre mejor alternativa en la gama XC40 que este híbrido enchufable. Un trabajo redondo.