España es uno de los países de la Unión Europea donde más se opta por el mercado de segunda mano a la hora de adquirir un vehículo. Aunque el gobierno imponga cada vez más restricciones anticontaminación para intentar rejuvenecer el parque automovilístico, la realidad es que todavía se venden tres coches usados por cada uno nuevo.
Adquirir un vehículo de segunda mano es una opción estupenda si no quieres, o no puedes, acometer el gran desembolso que supone optar por un vehículo nuevo. Para que la experiencia no sea desagradable y te encuentres con costosas averías escondidas en tu compra, es mejor que sigas estos consejos.
2Neumáticos y frenos
A la hora de comprar un coche de segunda mano estaría bien conocer los detalles del mantenimiento de dicho vehículo. Por ejemplo, saber si el propietario ha cambiado los frenos recientemente (las pastillas se deben cambiar da 40.000km y los discos cada 80.000km), o, aún más importante, si ha renovado la correa de distribución a tiempo (se debe cambiar entre los 60.000 y los 240.000 kilómetros según la marca y el modelo). Si este elemento falla tendrás que acometer una costosa reparación del motor.
Echa un vistazo también a los neumáticos. Si estos presentan daños, se ven desinflados o están muy desgastados, será un coste a mayores que tendrás que acometer por elegir ese vehículo. Ten todos estos datos en cuenta para ir sumando posibles gastos extra y utilizarlos en la negociación con el vendedor.
