En la era digital, la integración de la tecnología en el coche ofrece una serie de beneficios significativos para los conductores, desde mejorar la seguridad hasta proporcionar servicios de conveniencia. Sin embargo, este progreso tecnológico también plantea desafíos importantes en términos de privacidad y seguridad cibernética.
La recopilación y el seguimiento de datos por parte de los vehículos conectados plantean preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios, mientras que la exposición a posibles ciberataques amenaza la seguridad de los datos personales.
En este contexto, es crucial que tanto fabricantes como usuarios tomen medidas proactivas para proteger la privacidad y garantizar una experiencia de conducción segura en la era digital.
2La preocupación de los expertos por la privacidad en los coches
Sin embargo, este seguimiento constante plantea serias preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios, especialmente cuando estos datos pueden ser compartidos con terceros sin el consentimiento explícito del propietario del vehículo.
Según Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España, la situación es preocupante: «Dependiendo de la política de privacidad del proveedor, esta información podría ser accesible para empresas e individuos a los que probablemente nunca se autorizó a rastrear nuestros movimientos. Sin un consentimiento explícito, este monitoreo constante compromete nuestra privacidad».
Además de las preocupaciones sobre la privacidad, la seguridad cibernética emerge como otro punto crítico. Los datos recopilados y almacenados por los vehículos conectados están en riesgo de violación o filtración, exponiendo a los propietarios a posibles ciberataques. Los automóviles mismos son vulnerables a hackeos, lo que podría permitir a los ciberdelincuentes acceder a información confidencial, como la ubicación del vehículo o los datos personales de los propietarios.
