BMW es una de las marcas actuales que antes han apostado por la electromovilidad. La conexión eléctrica en la marca bávara está marcada por un largo recorrido. Así, ahora, conducimos un BMW eléctrico de quinta generación, representada por dos modelos en estos momentos, el iX y el i4. Dos baluartes fundamentales en la nueva era de la marca. Con el objetivo puesto en 2030, cuando la mitad de las ventas en BMW deberán ser exclusivamente modelos eléctricos.
Amplias posibilidades de equipamiento
Las posibilidades de equipamiento del BMW iX son amplísimas, con una extensa batería de asistentes electrónicos a la conducción disponibles. La dotación de serie es muy extensa, algo exigible dado su precio, con un acabado único. Con la opción de ampliar la dotación con diversos paquetes.
Sus rivales por tamaño y características los encontraríamos en las marcas premium alemanas habituales. Audi con el e-tron y Mercedes con el EQC, por tamaño y presencia entre los SUV eléctricos, sería sus rivales directos. Pero no disponen de motores por debajo de los 400 CV, por lo que el Mercedes EQB 300 4Matic sería una alternativa, con tracción total y hasta 7 plazas. Pero es más pequeño y con un precio más reducido.
