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Mercedes EQB, el primer SUV eléctrico de siete plazas a la venta

El Mercedes EQB es el primer SUV eléctrico de siete plazas del mercado. Estamos ante el cuarto miembro de la familia EQ, que comparte la plataforma compacta eléctrica con el SUV pequeño Mercedes EQA.
Se trata de la variante completamente eléctrica del GLB. Un SUV que de serie incluye cinco plazas pero que opcionalmente puede tener siete plazas, con un sobrecoste entorno a los 1.200 euros.

Mercedes EQB: 5+2 plazas

El Mercedes EQB combina una carrocería de 4,68 metros de largo por 1,83 de ancho y 1,66 de alto, con una distancia entre ejes de 2.829 milímetros. Esto le permite ofrecer un habitáculo muy amplio y aprovechable, especialmente en cota longitudinal, lo que nos otorga una tercera fila de asientos opcional. De hecho hasta la llegada del futuro Tesla Model Y el Mercedes EQB es el único SUV eléctrico de siete plazas.

En la variante de cinco plazas el espacio disponible es excepcional, aunque hemos perdido algo de espacio en la cota de altura a causa de la batería. Ésta, ubicada bajo el piso del automóvil, ha obligado a elevar la posición de los asientos. Realmente la diferencia es imperceptible. En la variante de siete plazas y sólo en las dos butacas traseras opcionales encontramos las limitaciones lógicas de espacio de este tipo de configuraciones. De hecho, Mercedes anuncia que son plazas válidas para personas por debajo de 1,65 metros. Nosotros añadimos que en trayectos ocasionales, pues son realmente justas.
Más angosto aún resulta el acceso hasta las mismas. Aunque la fila central se abate y desliza longitudinalmente 16 centímetros, el espacio disponible para acceder sólo es apto para niños. Una vez sentados tampoco sirven para viajes largos, sino que su uso debe ser meramente eventual. Pero sin duda son unas plazas muy útiles para sacarnos de un apuro.


La variante cinco plazas ofrece un maletero de 495 litros, ampliables a 1.710 si abatimos los asientos traseros. En el caso del siete plazas la capacidad se reduce a 465 litros, que desaparecen casi por completo al desplegar las siete butacas.En estas condiciones, configura un portaequipajes residual de sólo 190 litros. Obviamente este tipo de transformaciones a siete plazas sobre carrocerías tipo SUV no ofrecen tanto espacio como deberían. Cuestión de física.

EQB, el cuarto eléctrico de la gama

Respecto al GLB, hay una ligera pérdida de habitabilidad en altura. La posición de la batería en el piso del coche ha obligado a elevar la posición de las butacas en 2 centímetros. Esto ha comprometido esta cota especialmente si contamos con techo panorámico, pero en ningún caso resulta un problema.

Al volante la calidad interior es excepcional, con materiales muy duros y firmes al tacto y unos ajustes milimétricos. Introduce detalles de calidad en su equipamiento de serie como una iluminación interior con 64 tonalidades diferentes. Recurre también a una doble pantalla interior de gran tamaño, ambas en posición horizontal y enmarcardas en una moldura negra que las une. La primera hace las veces de cuadro de instrumentos, que varía su diseño a nuestro gusto en función de modo de conducción o del tipo de información a la quedamos prioridad. La segunda en posición central sirve para el manejo de la multimedia. Afortunadamente la marca ha optado por mantener botones físicos para los sistemas más habituales, como la climatización.

Mercedes EQB interior


En movimiento el EQB destaca por la suavidad, tanto por la ausencia de cualquier ruido mecánico como por un aislamiento excepcional respecto al ruido de rodadura. Esto lo convierte en uno de los SUV más confortables de cuantos hemos conducido hasta el momento en materia acústica.

Gama de motores

La gama de motores queda compuesta por tres versiones. Un tracción delantera 250 con un solo bloque eléctrico y 190 caballos y dos con tracción integral, para lo que cuentan con dos propulsores eléctricos, uno que mueve el eje delantero y otro el trasero. En este caso se trata de las versiones 300 y 350, con 228 y 292 caballos de potencia.
En los tres casos disponen de una batería de 66,5 kWh, que les permite homologar una autonomía en ciclo WLTP de 469 kilómetros para la variante tracción delantera y de 419 para las otras dos. Cifra que en ciudad puede llegar a superar los 500 kilómetros en un entorno urbano, el medio que más le favorece.

Comportamiento

Sobre el asfalto el EQB corre mucho. Es una de sus principales cualidades, especialmente si elegimos el modo Sport de los tres disponibles del selector de configuraciones mecánicas (Sport, ECO y Comfort) que tenemos en la consola central. La diferencia entre ellos se deja notar fundamentalmente en el empuje y tacto del acelerador y en el diseño del cuadro de instrumentos, y lógicamente en el consumo de electricidad.

Mercedes EQB

Es precisamente un apartado el de los consumos en el que el EQB brilla, al homologar 16,4 y 20,2 kWh a los 100 kilómetros. Se trata de una cifra muy cercana a la realidad como pudimos comprobar durante nuestra toma de contacto.
El EQB ofrece un tacto de conducción muy rápido y dinámico, con una dirección muy ágil aunque algo ligera al tacto, como es habitual en los vehículos eléctricos, y un freno que convence tanto por tacto como por mordiente. Echamos en falta eso sí una trabajo de suspensión algo más cómodo, pero el elevado peso del conjunto a causa de las baterías, en torno a los 2.200 kilos obliga a contar con unos amortiguadores firmes para contener las inercias y las oscilaciones de la carrocería.


Mercedes EQB

En conjunto el Mercedes EQB, primer SUV eléctrico de siete plazas, es un coche muy agradable al tacto con un precio de venta racional si aplicamos el Plan Moves III y si tenemos en cuenta la carga tecnológica que incorpora, pues el precio de acceso a la gama arranca en los 55.000 euros del 250, seguido por los 58.500 del 200 4Matic y los 60.700 del 350 4Matic.