Para poder competir en la clase Le Mans Hypercar, SCG (Scuderia Cameron Glickenhaus) tiene que hacer algunos coches de calle. Es por esto que su coche de carreras va a tener una versión para el día a día.
Cada uno cuesta casi 2 millones de euros
Según ha confesado el propio James Glickenhaus, necesitan tener 24 reservas para hacer el proyecto viable, y cada uno de los coches cuesta nada menos que 2,3 millones de dólares (1.953.792 €). Si la compañía no consiguiera alcanzar los 24 compradores, se le devolvería la señal a todos los que hubieran pagado, claro.
El plan de la firma es hacer el coche legal para su uso en Estados Unidos, siendo probable también que lo consiguiesen para Europa, Japón y Europa del Este. El coche se vendería como un vehículo de tres plazas, con el conductor situado en posición central y con un paquete aerodinámico que cumpliría con los estándares de la división LMH de resistencia.
Sobre el motor no ha dicho nada Glickenhaus, pero se sabe que quieren que tenga 1.420 CV de potencia. Esto es bastante más que los 680 que tendrá el de Le Mans, con su V8 biturbo de 3,5 litros, debido a las regulaciones de la categoría. Si a la increíble cifra de potencia que pretenden en SCG le sumamos que el coche solo va a pesar 1.270 kilos, la relación peso potencia es de locura.
Y es que básicamente tendremos un coche de carreras legal para la carretera. Tendrá incluso gatos hidráulicos incorporados para que el piloto pueda poner y quitar las ruedas de circuito fácilmente.
