Estoy seguro de que si preguntas a cualquier apasionado a las cuatro ruedas por una deportiva berlina alemana lanzada al mercado en la década de los años ‘80, no te responderá en primer lugar con el nombre del Mercedes-Benz 190. Y es que a su mente seguro que antes le vendría el mítico BMW Serie 3 de la famosa generación E30, una berlina que curiosamente está celebrando sus 40 años de historia.
Sin embargo, en ese mismo año 1982 también se lanza al mercado el Mercedes-Benz 190, una berlina conocida con el códio W201 y que supuso un cambio de rumbo para la compañía de la estrella. Y es que aterrizaba con avances e innovaciones superiores a las ofrecidas por su rival directo.
El Mercedes-Benz 190 y el BMW Serie 3 E30 aparecieron en 1982
Aunque el BMW Serie 3 de la generación E30 continúa siendo un importante vehículo para la casa alemana, lo cierto es que era la evolución de una idea ya existente en la compañía de Múnich. Y es que BMW ha estado ofreciendo pequeñas berlinas deportivas desde la década de los años ‘60 con sus 02 y posteriormente con el lanzamiento de la primera generación del Serie 3 allá por 1975.
Y aunque esta generación E30 ampliaba la gama con la llegada de un sedán de cuatro puertas, un cabrio, un familiar y versiones con tracción a las cuatro ruedas, su archienemigo por aquellos entonces hacía lo propio, además de que era la primera vez que la casa de la estrella ponía a disposición de sus clientes una berlina comedida.
El Mercedes-Benz 190 se estrenaba en el segmento compacto
40 años más tarde del lanzamiento del Mercedes-Benz 190 damos por sentado que al entrar a un concesionario de la firma de la estrella nos vamos a encontrar con vehículos compactos, cosa que hasta la llegada de este mencionado 190 no sucedía. Y es que hasta entonces el modelo más ‘asequible’ sería el equivalente al actual Clase E, siendo este Mercedes-Benz 190 no sólo el precursor del Clase C actual, sino también el de los Mercedes más ‘asequibles’.
No solo su posicionamiento dentro de la marca hacía especial al Mercedes-Benz 190. Su diseño también rompía moldes a pesar de ser el sedán tradicional de tres volúmenes y con una inconfundible parrilla delantera de corte tradicional. Sin embargo en ese exterior llegaban faros más comedidos y detalles que aligeraban el diseño de este Mercedes-Benz 190, que además tenía un brillante coeficiente aerodinámico de 0,33.
Un Cx de 0,33 para el Mercedes-Benz 190
Debajo de esa carrocería también llegaban importantes avances. Una de ellas era una suspensión trasera de enlaces múltiples que funcionaba como un esquema de doble horquilla. Este esquema era realmente avanzado para la época, hasta el punto de que no lo utilizaba ningún otro Mercedes-Benz de la época, mientras que su adversario no lo empleó hasta lanzamiento de su extraordinario BMW Z1 en 1989.
A pesar de todo el Mercedes-Benz 190 no era perfecto. Había algunos detalles que mejorar como el espacio para las piernas de los ocupantes de los asientos traseros o el equipamiento de serie. Sus seguidores tampoco perdonaron que no ofreciera motores de seis cilindros hasta el año 1985, de la misma manera que el primer motor diésel se conformara con 72 CV de potencia, que necesitaban 17,7 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h. Sin embargo, esta berlina diésel presumía de una elevada insonorización, la cual le valió el apodo del ‘diésel susurrante’.
Grandes éxitos del Mercedes-Benz 190 en las carreras
A la firma de la estrella también le perjudicó el no haber lanzado carrocerías de dos puertas o descapotable de su Mercedes-Benz 190, aunque es cierto que en alguna ocasión consideró la posibilidad de lanzar una carrocería hatchback de cinco puertas. Tanto es así que incluso llegaron a construir varios prototipos.
En el mundo de la competición la casa alemana tuvo intención de llevarlo a los rallys, donde no llegaron a aterrizar tras ver el dominio de Audi con su tracción Quattro. Pero si que llegaron a los circuitos y para homologar su versión de carreras pusieron a la venta su versión 16 válvulas, un rival para los BMW M3 de la época dentro y fuera de los circuitos, donde un Mercedes-Benz 190 E 2.5 Evolucion II se hizo con la victoria en el Campeonato DTM en 1992.
De este modelo de la firma de la estrella se llegaron a vender 1,8 millones de unidades, que a día de hoy causan furor. Sobre todo si hablamos de esas rápidas y deportivas versiones firmadas con la ayuda de Cosworth.