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La exposición de coches que batió récords en el Guggenheim Bilbao

Coches pioneros, extravagantes, innovadores, singulares… Llegada de la mano del arquitecto Norman Foster, la exposición ‘Motion’ (que acaba de cerrar sus puertas en el Museo Guggenheim Bilbao) ha permitido a los aficionados al automóvil deleitarse con algunos de los vehículos más extraordinarios del mundo.

Una belleza que el público ha sabido apreciar, hasta el punto de que la muestra batió el récord histórico de visitas del museo el pasado mes de agosto (182.000), superando los mejores datos de los 25 veranos que el Guggenheim lleva abierto. En el tiempo que permaneció en Bilbao, la exposición atrajo la atención de más de 751.000 personas, lo que supone el mayor número de visitas diarias de la historia del museo, alrededor de 4.500.

Y es que ‘Motion: Autos, Art, Architecture’ ha permitido ver de cerca casi una cuarentena de automóviles únicos. Coches que son auténticas obras de arte y que, en muchos casos no se habían mostrado al público al pertenecer a instituciones o colecciones privadas. Ahora, los vehículos de la exposición han regresado ya a sus ‘casas’, pero aquí repasamos algunas de sus historias para que puedas recrearte con este particular recorrido por el pasado, el presente y el futuro del automóvil.

El primer Mercedes-Benz o el Chrysler Airflow representan los orígenes del automóvil en el Guggenheim

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Obras de arte sobre ruedas

Muy pocas veces se pueden ver de cerca vehículos tan inspiradores como los que reunía la sala del Guggenheim denominada ‘Esculturas’. Carrocerías que por sus elegantes y trabajadas formas merecen ser consideradas obras de arte sobre ruedas. Entre ellas, la del Bugatti Type 57SC Atlantic de 1936, fabricado para el tercer barón de Rothschild; o el Delahaye Type 165 de 1939, cuyas formas son una escultura en sí mismas.

Entre las propuestas más originales se encontraba el Pegaso Z-102 Cúpula de 1952, un ejemplar único, que fue el automóvil más rápido del mundo en el momento de su lanzamiento, llegando a alcanzar los 243 km/h. El singular parabrisas trasero abovedado que le da nombre sugiere un coche del futuro. Este modelo regresó por primera vez a España para la exposición desde su construcción en 1953.