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EuroNCAP alucina con la seguridad de los coches chinos

El Programa Europeo de Evaluación de Coches Nuevos (EuroNCAP), ha emitido los resultados de las ultimas valoraciones que en materia de seguridad viene realizando sobre los modelos nuevos, de las distintas marcas y fabricantes que optan al mercado.

Este es un programa, que desde su implantación en el año 1996, viene testando el comportamiento de los asistentes y medios de seguridad, que en los coches se van implementando, evaluando así los niveles de seguridad que los coches ofrecen, especialmente en situaciones limites, simulando accidentes de todo tipo. Esta organización cuenta con el apoyo de diferentes gobiernos europeos, así como de organizaciones dentro del sector del automóvil de todas partes del mundo, e incluso de muchos fabricantes de automóviles de gran renombre.

Los vehículos sometidos a estas pruebas de examen, pueden tener hasta un máximo de cinco estrellas, de tal manera que todos los vehículos puedan calificarse y clasificarse en unas tablas que el comprador podrá consultar y le serán de gran ayuda.

No solo el precio es lo importante en un coche

EuroNCAP organismo para la seguridad de los coches

Por otro lado, los fabricantes de coches del continente asiático, particularmente China, están obteniendo mucha relevancia en Europa, en base principalmente a los atractivos precios de los diferentes modelos.

Pero como no todo es el precio, y la seguridad es muy importante, los usuarios a la hora de adquirir un coche, estiman y muy mucho los sistemas de seguridad y asistencia en carretera que aportan los nuevos modelos. Esto queda claro para los fabricantes desde el momento en que invierten capitales ingentes, en estudios y tecnología para optimizar, las nuevas prestaciones mecánicas en conjunción con la seguridad del vehículo.

Para los fabricantes chinos, la aparición de estas exigencias de seguridad en el, para entonces nuevo test de contrastación (EuroNCAP), supuso todo un hándicap a la hora de intentar establecerse en el mercado europeo. Sus primeros modelos presentados a estos test, casi a finales del siglo XX, poco menos que defraudaron, no alcanzando los requisitos mínimos. Nacía así la leyenda de que los coches chinos no eran seguros.