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Conducimos el Lexus ES 300h. Cambia tu punto de vista

Hay vida en el segmento de las berlinas, incluido las berlinas de representación. El empuje de los SUV no acaba con modelos de corte clásico que, sin embargo, de clásico solo tienen la configuración de la carrocería, porque el resto es absolutamente rompedor y vanguardista. Un ejemplo, este Lexus ES 300h que llega con una gama renovada en la que se suman nuevas versiones y equipamientos tan llamativos como los retrovisores digitales.

Y es que la marca japonesa inició su historia creando berlinas, y aunque el mercado siga por otros derroteros, no van a dejar de lado este tipo de carrocerías que, dicho sea de paso, garantizan además de una imagen más refinada, un mayor confort de marcha, mejor comportamiento dinámico o menos consumo.

El ES 300h es, junto al lujosísimo Lexus LS 500h y al deportivo IS, el representante de la marca en este segmento. Un modelo que se sitúa en una especie de punto intermedio de la gama por tamaño, por rendimiento… Pero sin dejar de lado ninguna de esas características de exclusividad, refinamiento o distinción. Ni tampoco, por supuesto, en lo relativo a eficiencia, con la adopción de un sistema híbrido de propulsión con 218 caballos que brilla por rendimiento -8,9 segundos en el 0 a 100- y por consumo -gasto medio WLTP de 5,2 l/100 km-.

Y este ES renueva ahora su gama para adaptarla a nuevas exigencias y abrirse a un mayor número de posibles clientes. Esta estrategia se concentra en dos nuevos acabados que se incorporan a la gama: Premium y Luxury. Dos versiones aún más exclusivas y a las que se añaden características para hacerlas más apetecibles.

Dos nuevos acabados

En el acabado Premium se ofrece el sistema de seguridad Lexus Safety System +. Y además incorpora de serie una pantalla multimedia de 12,3 pulgadas con visualización dividida y que cuenta con Lexus Premium Navigation. Esta pantalla puede manejarse a través de comandos de voz o con el sistema Remote Touch Pad situado tras la palanca de cambio. Su funcionamiento de visualización dividida,. También incorpora el Sistema de Detección de Angulo Muerto y la Alerta y Freno por tráfico Posterior.

A estos elementos tecnológicos se suman una serie de características de confort como el volante calefactado, un sensor en la luna delantera que modifica la velocidad del limpiaparabrisas según la intensidad de la lluvia o un descongelador del parabrisas que elimina el hielo en las mañanas más gélidas.

Pero como el nivel de exigencia en Lexus -y en sus clientes- es muy elevado, aún se puede mejorar este acabado Premium. Por eso, llega, además el acabado Luxury D-View que integra retrovisores digitales, con dos cámaras en el lugar de los retrovisores clásicos y dos pantallas que proyectan la imagen de esas cámaras situadas a ambos lados en el pilar A.

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Son dos pantallas de 5 pulgadas justo a la altura de los retrovisores, de manera que están en la línea con la visión intuitiva del conductor, con lo que este no debe variar sus hábitos de movimiento de cabeza. Las cámaras están colocadas de manera que no puedan quedar tapadas por gotas de agua o copos de nieve y cuentan con función anti-vaho. Además, dispone de un sensor de luminosidad que reduce automáticamente el deslumbramiento de los faros de los vehículos que circulan detrás por la noche, de forma que el conductor puede disfrutar de una imagen trasera mucho más clara.

Este es el principal aliciente de la prueba dinámica por carreteras de la sierra madrileña. Porque el resto del coche no ha cambiado nada. Sigue brillando dinámicamente por su suavidad y confort, con gran protagonismo, si somos cuidadosos con el acelerador, de la parte eléctrica de su propulsor.

Es un gran rodador y tiene carácter si decidimos buscarlo. Y te permite viajar al máximo de confort en una atmósfera refinada y exclusiva. Dirección suave y precisa; cambio, de CVT como es habitual en la marca, más agradable -se nota la mayor potencia que obliga al cambio a trabajar menos- que en otros modelos y unas suspensiones enfocadas al confort pero que no pierden de vista el dinamismo.

Los retrovisores convencen

Pero, como decimos la estrella son los retrovisores digitales. Un servidor había probado los de Audi y he de reconocer que nunca me han dejado satisfecho del todo: hay que acostumbrarse a una ubicación diferente a la de los retrovisores normales y además, no cuentan con una función que permita ampliar el ángulo de visión y eliminar el ángulo muerto, por ejemplo, al incorporarse a una carretera o al efectuar un adelantamiento.

En el ES tal vez lo peor sea el aspecto estético, porque las dos pantallas donde se muestran las imágenes de las cámaras no están integradas de una manera que forme parte del diseño; en cierto modo parecen dos 'pegotes'. Pero el resto, ninguna queja, más bien muchas alabanzas.

La visión es buena, las cámaras, efectivamente, están situadas en la trayectoria natural de la vista hacia el lugar donde siempre esperamos encontrar el retrovisor. Y la visión en ambas es nítida incluso con lluvia o mala visibilidad.

Además, a ese inconveniente de la imposibilidad de abrir el ángulo, aquí al activar los intermitentes o la marcha atrás, se amplía inmediatamente el campo de visión de la cámara, con lo que se eliminan los ángulos muertos. Y cuando se acaba de realizar la maniobra se vuelve, automáticamente a la configuración normal de visión. Además, el conductor puede elegir la visión ampliada de forma manual o también desactivar la función.

Un sistema realmente efectivo pero que solo está disponible, al menos por ahora, en la versión Luxury, la más equipada de la gama; aunque no es de extrañar que más adelante pueda llegar a otras versiones y también a otros modelos de la marca.

La nueva gama del Lexus ES 300h ya está disponible con estos precios

ECO 47.900 euros.

Premium 52.900 euros.

F Sport 65.700 euros.

Luxury D-View 72.200 euros.