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Lexus ES 300h F Sport. Doble personalidad

¿Quién dijo que una berlina híbrida de cinco metros de longitud y dotada de etiqueta ECO era aburrida? Pues si alguien lo dijo es que no se había montado en este Lexus ES 300h en acabado F Sport, que, entre otros sistemas, usa respecto a los acabados más sofisticados elementos como las llantas de aleación de 19 pulgadas, la suspensión variable adaptativa AVS, los asientos delanteros deportivos, cuatro modos de conducción incluido el Sport+, suspensión deportiva y elementos de diseño que hacen un guiño al talante dinámico de modelos de la marca como el RC o el LC.

La puesta en escena surte efecto porque desde el minuto uno, desde que se accede a un habitáculo generoso y muy cuidado en cuanto a materiales y ajustes, se entremezclan los sutiles toques de una limusina de lujo con los guiños F Sport reflejados en detalles como la parrilla delantera, las inserciones de aluminio, los pedales deportivos, la palanca de cambios en cuero perforado, la tapicería de cuero o el volante específicos. Y la combinación no solamente no choca, si no que apetece. Pero antes de ponernos en marcha detectamos algunos puntos claramente mejorables como la exagerada apertura de las puertas delanteras, hasta el punto de que, una vez acomodados, llegamos a duras penas al tirador para cerrarlas. O lo poco que gira la dirección a la hora de maniobrar, lo que unido a una longitud de casi cinco metros dificulta su manejo en el complejo tráfico urbano.

Sin duda la zona de confort de cualquier ES 300h son las autovías, autopistas y viajes de largo recorrido, aunque en el caso del F Sport esa zona ideal se amplía a recorridos más ratoneros, donde este tracción delantera se defiende mejor de lo esperado teniendo en cuenta su tamaño y peso.

Esta versión ya lleva unos reglajes de suspensión más firmes, pero lo que de verdad supone un salto cualitativo en el comportamiento del coche respecto a otras versiones es la utilización de la suspensión con reglaje en dureza, asociada a los modos de conducción diseñados para dejar atrás la conducción más aburrida. Por ejemplo, el modo Sport (S en el mando) modifica la respuesta del acelerador, ganando sensación de empuje. Mientras que el otro modo Sport (S+) va más allá al trabajar sobre la dirección y la suspensión variable adaptativa, además de modificar los parámetros de la transmisión y el motor. En esos modos el cuadro digital configurable adopta un diseño específico con el cuentavueltas en grande, medidor de fuerzas G y un juego de colores interactivos más propio de un F1 que de una berlina premium. Y aunque en situaciones normales (modo ECO) el acelerador muestra una clara resistencia y parece que el coche anda menos, lo cierto es que en S+ el ES 300h F Sport exhibe más alegría y la sensación se corresponde más con los 218 CV que anuncia. La guinda la pondría un cambio automático de doble embrague en vez del CVT que utiliza. Y magníficos los consumos reales logrados, que solo pasan de 7,0 l/100 km cuando se circula muy cargado o pisando el acelerador sin miramientos. La tecla EV, para circular en modo eléctrico si la batería lo permite, junto a la propia eficiencia del sistema Lexus Hybrid Drive, se encargan de ello.

LA CLAVE

La estrategia de Lexus con sus híbridos pasa siempre por ofrecer una versión de corte deportivo para que no todo sea conducir pensando en el consumo. Los llaman F Sport, y esas siglas las puede llevar hasta el buque insignia LS. Y al nuevo ES le sientan bien, aunque su objetivo real busque el refinamiento y el mínimo consumo.