El enorme aumento de la factura de la luz que sufrimos todos en nuestro día a día, también pasa factura a los coches eléctricos y a sus propietarios. Poder recargar estos vehículos en casa siempre fue una gran ventaja respecto a los vehículos que se mueven gracias a combustibles fósiles. Pero el coste de la energía actual está empezando a hacer que repostar el coche desde nuestro propio garaje no salga tan rentable.
El coste de recargar un vehículo eléctrico en casa y con tarifa valle nocturna se ha disparado un 135,3% respecto a 2020, lo que es un gran varapalo a la hora de amortizar el gran desembolso inicial que supone hacerse con un coche eléctrico.
Algunas redes de carga rápida ya han subido los precios
La subida de los precios de la luz no sólo se ha notado a la hora de recargar el coche en casa. La organización también ha comprobado que existe un aumento de precios en algunas redes de carga rápida en carretera. por ejemplo, Ionity ha incrementado sus precios de 0,790 euros el kWh a 0,825 en septiembre. Sim embargo, otros proveedores, como Easy Charger e Iberdrola aún mantienen sus precios.
A la hora de comparar el gasto de un eléctrico, con uno de combustión interna, el eléctrico sigue siendo más barato. Aunque hay que tener en cuenta que el precio a la hora de comprarlo es mucho mayor. En cualquier caso, la OCU mantiene su recomendación de apostar por un vehículo eléctrico en lugar de por coches propulsados por diésel o gasolina.
