Las luces del coche no solo sirven para ver, también para ser vistos. Su uso es obligatorio por la noche y en condiciones de baja visibilidad, pero también en otras circunstancias. La DGT avisa: no utilizarlas de forma correcta conlleva multas con sanciones económicas de hasta 200 euros.
Las luces son un elemento de seguridad crucial en cualquier vehículo y también se ha convertido en una de las claves del diseño exterior de los coches. Su importancia, por tanto, es enorme. Por eso, los fabricantes dedican miles de horas cada año al desarrollo y mejora de los sistemas de iluminación de los automóviles.
La revolución de los led
Algo después aparecieron los faros de led y su llegada fue un punto de inflexión para la industria del automóvil y el mundo de la iluminación. Esta tecnología permite hacer luces más efectivas y jugar con el diseño de los faros. Pero también es sinónimo de un mantenimiento más bajo porque no hay que cambiar bombillas cada cierto tiempo, como con los faros halógenos, por lo que ahorra dinero a los dueños de los coches.
Más recientemente, los faros matriciales de led, el asistente de luces de carretera y las luces láser han supuesto otra revolución. Es verdad que solo unos pocos coches cuentan con la tecnología más puntera, pero es cuestión de tiempo que se extienda a los modelos generalistas.
