El aquaplaning es una de las situaciones más peligrosas que podemos vivir al volante. Un problema que se produce cuando llueve y los neumáticos de nuestro coche no son capaces de desalojar el agua de la carretera por falta de dibujo, baja presión, velocidad inadecuada o cuando hay acumulación de agua en el asfalto. Al ocurrir esto, las ruedas flotan y perdemos el control del vehículo.
Las condiciones meteorológicas del otoño y el invierno, con lluvias más frecuentes, hacen que este fenómeno cobre presencia. Por eso, la Guardia Civil acaba de publicar en sus redes sociales 5 valiosos consejos sobre cómo actuar en caso de que nos sorprenda el aquaplanig. Apúntalos.
2Aquaplaning, la importancia de un neumático en buen estado
Cuando circulamos en días de lluvia, los neumáticos en mal estado o con una presión baja pueden propiciar el efecto aquaplaning. La norma exige que el dibujo de estos tenga una profundidad de al menos 1,6 milímetros, aunque la recomendación de los expertos es no dejar que se desgasten tanto.
También es muy importante comprobar que la presión de los mismos es la adecuada, recomendada por el fabricante para nuestro vehículo, lo que evitará no solo el aquaplaning, sino también riesgos innecesarios, desgastes asimétricos y un mayor gasto en combustible.
