Hace algún tiempo que el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), lo que viene a ser algo así como el EuroNCAP para el otro lado del océano, revisó una de las pruebas de seguridad a las que se deben someter todos los vehículos que se comercializan en Estados Unidos. Y ahora ha decidido volver a analizar un selecto grupo de vehículos compactos, haciéndoles superar esta prueba de ‘superposición moderada’. Y el resultado no ha dejado indiferente a nadie.
El IIHS asegura que los ocupantes de los asientos traseros de estos cinco vehículos compactos (alguno de ellos también se vende en Europa) se enfrentan a un mayor riesgo de peligro ante una colisión de este tipo. De ahí que ninguno logre una calificación de ‘Buena’ en esta prueba de seguridad y que estén prácticamente obligados a tener que resolver dicho problema.
Se busca aumentar la seguridad en las plazas traseras
Los datos en la siniestralidad registrada en Estados Unidos, indican que los pasajeros de los asientos traseros corrían un mayor riesgo de muerte o de lesiones graves que los ocupantes de los asientos delanteros. Ahora se busca aumentar la seguridad en las plazas posteriores, de ahí que el IIHS se haya propuesto desarrollar nuevas pruebas que deben superar los fabricantes que quieren vender sus vehículos en Estados Unidos. Y en esas nuevas pruebas también se comienzan a utilizar dummies de tamaño adulto para las plazas traseras.
Entre estos cinco compactos analizados por el IIHS se encuentran el Honda Civic Sedán y el Toyota Corolla Sedán, que coinciden en las notas conseguidas, con una calificación de ‘Bueno’ para la gran mayoría de las categorías. Sin embargo en la cinemática y las restricciones de los pasajeros traseros, ambos vehículos fallan. Aunque aquí tampoco salen bien parados los otros tres compactos analizados.
Tres de estos compactos se venden en Europa
Los dos modelos japoneses ven como el pasajero trasero experimenta lo que el IIHS llama submarinismo. Y eso es que el cinturón se mueve hacia el abdomen, pudiendo provocar lesiones internas. Pero esto también es común en los otros tres compactos analizados, que a su vez tienen algún que otro problema añadido en materia de seguridad.
El Kia Forte finalizó con una nota general de ‘Pobre’. Y es que esa misma nota es la que el IIHS le da a los reposacabezas que deben proteger el cuello de los ocupantes traseros, mientras que tiene una puntuación de ‘Moderada’ en las lesiones en el pecho. Por su parte el Nissan Sentra tuvo los mismos problemas que el modelo coreano, mientras que el Subaru Crosstrek también añade una protección marginal en términos de seguridad para la cabeza y el cuello de los ocupantes de los asientos traseros.
Trasladar medidas de seguridad ya usadas en los asientos delanteros
El IIHS piensa que los fabricantes de automóviles van a tomar estos datos con el objetivo de mejorar la seguridad de los ocupantes de los asientos de las plazas traseras. Y una de las medidas que pueden implementar es la de mejorar los sistemas de retención de estas plazas, incluyendo tensores y limitadores de esfuerzo como los que usan todos ellos en los asientos delanteros.
