En EE.UU., los vehículos históricos se recogen en un listado oficial elaborado por el Registro Nacional de Vehículos Históricos junto con el Departamento de Interior del gobierno de los EE.UU. con el fin de preservar el patrimonio automovilístico de aquel país para las generaciones futuras.
Estos son algunos de los modelos incluidos en este listado de los 34 afortunados automóviles que, de una u otra manera, han escrito algunas de las páginas más importantes o, cuando menos, curiosas de la historia de la automoción de aquel país.
Graham 8 Sedan (1933)
Quizás no sea el primero, quizás no sea el único, pero este Graham 8 Sedan marca el inicio de la importancia de la aerodinámica en el diseño de los automóviles. Lo diseñó Amos Northup y, aunque hoy no entendemos fácilmente su importancia, cuando salió al mercado no tenía nada que ver con los automóviles “del pasado”, con su radiador inclinado, su rueda de repuesto carenada, sus faros con carcasa de “gota de agua”, sus aletas envolventes y su chasis completamente carenado. Basta buscar automóviles de la misma época para darse cuenta de que este Graham era una auténtica nave espacial.
Chevrolet Impala (1964)
Estados Unidos cuenta con un buen número de movimientos estilísticos alrededor de la transformación y personalización de los automóviles, pero si hay uno absurdo como el que más, ese es el de los lowriders o low riders: vehículos que van literalmente lamiendo el suelo, para lo cual montan costosos sistemas de suspensión neumática que, además de dejar la mínima altura libre al suelo posible para circular (y a veces ni eso), permiten que el tren delantero pueda dar saltos como si se tratara de un caballo encabritado; de locos.
Este Chevrolet Impala Gypsy Rose es, se supone, el iniciador de esta “subcultura automotriz”, como lo definen desde el propio Registro de Vehículos Históricos. Creado por el mexicano-estadounidense Jesse Valadez para llamar la atención de los transeúntes mientras circulaban por el bulevar de Los Ángeles (California), el estilo lowrider tuvo (y tiene) miles de seguidores, y el propio Jesse modificó numerosos vehículos, si bien su creación más famosa sería este Gypsy Rose.
Mercury Hirohata Merc (1951)
Otro ejemplo de que los vehículos históricos pueden ser llamativas piezas de tuning es este Mercury Coupe estándar de 1951. Si un Chevrolet Impala servía para inaugurar el movimiento de los lowriders, este Mercury hace lo propio con los chopped, vehículos en los que el volumen que queda entre la línea de cintura y el techo se recorta hasta quedar reducido a la mínima expresión, con parabrisas y ventanillas lo más bajos posible.
Ford Model 18 (1932)
Tras los lowriders y los chopped, nos faltaba otra de las grandes tendencias de las modificaciones de vehículos clásicos de EE.UU.: la de los hotrods o hot rods, una tendencia que, si bien comenzó mucho antes de la II Guerra Mundial, tuvo su eclosión precisamente en los años posteriores al conflicto.
Este Ford Roadster de Bob McGee es, posiblemente, el modelo más icónico de esta escuela en la que se buscaban prestaciones y una estética llamativa por poco dinero, y ello le ha hecho merecedor de un hueco en el listado de los vehículos históricos de EE.UU.
Chevrolet Camaro (1967)
Dejamos aparcadas las transformaciones para conocer un poco más de este Chevrolet Camaro de 1967. Esta unidad es la primera construida de toda la saga Camaro (número de chasis 123377N100001), y representa la intensa batalla de los fabricantes de automóviles estadounidenses en la década de 1960 para poner en el mercado vehículos económicos, destinados a los jóvenes y dotados de unas buenas prestaciones: los conocidos como pony cars.
Buick Y-Job (1938)
Este Buick experimental marcó el inicio de los prototipos futuristas conocidos como concept cars. El nombre Y-Job se debía a que este Buick iba un paso más allá de un automóvil “eXperimental”. Fue desarrollado y fabricado por la sección de diseño de General Motors a finales de la década de 1930 con Harley J. Earl, el primer vicepresidente a cargo de diseño de GM, al frente de la dirección del proyecto.
Mucho más bajo y aerodinámico que los modelos coetáneos de producción, hoy no nos parece tan futurista como realmente fue en el momento de ver la luz, ya que muchas de sus propuestas estilísticas fueron adoptadas por los modelos de producción que le sucedieron.
Anderson Convertible Roadster (1920)
Probablemente el Anderson Six Convertible Roadster de 1920 no te suene demasiado. Es normal, ya que se trata del único ejemplo sobreviviente conocido de uno de los tipos de carrocería más innovadores. El diseño patentado del Convertible Roadster permitía rápidamente convertir un elegante roadster en un turismo para cinco pasajeros gracias a su segunda fila de asientos oculta.
Quizás sea un mérito un tanto justo para considerar su entrada en el listado oficial de vehículos históricos de EE.UU., pero al menos no es una de las propuestas más descabelladas. En la próxima entrega, prometemos enseñaros algunas que, al menos a nosotros, nos han dejado con la boca abierta.