Detrás del lema de Audi, A la vanguardia de la técnica, hay millones de horas de trabajo y miles de ingenieros buscando soluciones y mejoras en cosas tangibles, en coches, en piezas, en dispositivos… También se trata de adelantar o prever los problemas o las dificultades que pueden surgir.
Tecnologías virtuales para diseño y desarrollo
Las imágenes virtuales permiten testar las variantes de diseño y equipamiento de un modelo en diferentes entornos e iluminación. El objetivo es trasladar el diseño a la producción con el menor número posible cambios. Para ello desde la primera fase de desarrollo se utilizan pantallas y entornos virtuales para comprobar y validar los cambios. Y no solo en el diseño, para ver materiales, formas o colores.
También se puede virtualizar el proceso de producción del coche gracias a las grandes pantallas, conocidas como powerwalls, que permiten representar un coche a escala real. Con el trabajo de 26.000 CPUs, los coches se pueden presentar de forma absolutamente realista.
Hay otros dispositivos, los HMD (Head-Mounted Display). Se trata básicamente de un sistema de gafas de realidad virtual con el que se puede rediseñar todo el proceso de producción para hacerlo lo más eficiente posible y al mismo tiempo buscando el máximo nivel de calidad. Las simulaciones en 3D de la carrocería permiten prever los efectos de las tolerancias de los componentes y del montaje en la imagen del vehículo.
