Los modelos de dos puertas destacaban por ir 381 milímetros más bajos que la versión Sedán y ser 7, 61 centímetros más cortos. Sin embargo, la mayor diferencia visual fue la ausencia del pilar B sustituido simplemente por las ventanillas. Este alarde técnico creó una silueta muy elegante que se ha convertido en un referente de la marca alemana y que muchas otras compañías han intentado emular.