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Comparativa Fiat 500X/Mini Countryman. SeƱoritos en traje de faena

Mucho ha llovido desde que los padres de estos dos aventureros vieron la luz en los aƱos 50. Y mucho ha cambiado su diseƱo. Tanto que, a pesar de que en los catĆ”logos hay un Mini y un 500 de tamaƱo algo mĆ”s cercano al original, las exigencias del mercado han obligado a ir desvirtuando poco a poco su planteamiento inicial para amoldarse a los nuevos tiempos con nuevas versiones cada vez mĆ”s grandes pero tambiĆ©n mĆ”s versĆ”tiles. Recordemos que el primer Mini nacĆ­a en 1959 con una longitud de 3,05 metros, una altura de 1,28 y 34 caballos de potencia. Datos que contrastan con los del Countryman actual que mide 4,09 metros de largo y 1,56 de alto con versiones de hasta 218 caballos. En definitiva, el Mini ya es de todo menos 'mini'. El caso del Fiat es similar ya que el mĆ­tico 500 nacĆ­a en 1957 con 2,97 metros de longitud, 1,32 de altura y un modesto motor de 13 caballos, mientras que el 500X actual mide 4,25 metros de largo, 1,60 de alto y puede tener hasta 140 caballos de potencia. El Topolino ha hecho pesas y musculaciĆ³n para convertirse en un supercinquecento.

Pero todo tiene su explicaciĆ³n. Y es que las ventas en este segmento de SUV pequeƱos, donde militan modelos tan conocidos como el Renault Captur, el Nissan Juke o el Peugeot 2008, van a terminar el aƱo con un aumento del 50 por ciento, mientras que el interĆ©s por este tipo de modelos se han multiplicado por siete en los Ćŗltimos cinco aƱos. Y en este grupo de aventureros urbanos nuestros dos protagonistas tienen su propio nicho como modelos mĆ”s estilosos y por quĆ© no decirlo, mĆ”s pijos. Y mĆ”s datos para ponerse en situaciĆ³n: los hemos elegido diĆ©sel y de tracciĆ³n a un solo eje porque segĆŗn las estadĆ­sticas llevan motor de gasĆ³leo el 64 por ciento de los modelos vendidos y sĆ³lo el 7 por ciento de las ventas de todocamino se corresponden con versiones de tracciĆ³n total.

Dicho esto comenzaremos la prueba diciendo que si alguien perteneciente a ese 7 por ciento estuviera interesado en tener tracciĆ³n total, en el Mini habrĆ­a que pagar 1.950 euros por el Countryman ALL4 con el mismo motor de 112 caballos y en el 500X, al sobreprecio serĆ­a de 2.405 euros, pero aumentando en 20 caballos la potencia hasta los 140.

Fiat 500X: tres modos de conducciĆ³n

Sin tracciĆ³n total el modelo mejor preparado para una situaciĆ³n de baja adherencia serĆ­a el 500X de nuestra comparativa ya que cuenta junto al cambio con una rueda giratoria denominada 'Drive Mode Selector' con tres modos de conducciĆ³n. Y el denominado 'All weather' activa el sistema de control 'Traction Plus' incrementando la motricidad del vehĆ­culo sobre pavimentos difĆ­ciles y deslizantes. AdemĆ”s el modelo italiano ofrece una mayor altura libre al suelo que se agradece en muchas ocasiones y que no afecta al comportamiento.

Esa diferencia en la altura tambiĆ©n afecta a otros aspectos como la comodidad de acceso, mucho mejor en el 500X. Una vez dentro, el habitĆ”culo del Fiat estĆ” mejor organizado y transmite una sensaciĆ³n de coche mĆ”s moderno sin desmerecer la originalidad de un Mini que sin embargo requiere un periodo de adaptaciĆ³n mayor para encontrar y recordar todos y cada uno de los mandos repartidos por el salpicadero. El Mini estĆ” mejor hecho, eso se nota enseguida, pero el 500X estĆ” mejor presentado y tiene detalles que se le escapan a su rival, como un freno de estacionamiento elĆ©ctrico y no de palanca como en el Mini, una pantalla tĆ”ctil de serie muy intuitiva y prĆ”ctica, unos asideros de techo plegables y amortiguados -fijos y muy aparatosos en el Mini- mĆ”s huecos portaobjetos, cuatro elevalunas elĆ©ctricos, o detalles que no se ven, como la sustituciĆ³n de un tapĆ³n de repostaje siempre engorroso, que sĆ­ lleva el modelo alemĆ”n, por la tapa de llenado fĆ”cil sin tapĆ³n del italiano.

Mini, mƔs espacio para las piernas

Los asientos del 500X cuentan con un mullido mĆ”s duro que los del Countryman y aunque la cota de anchura delante y detrĆ”s es mayor en el italiano, lo cierto es que en el plano longitudinal el Mini ofrece cinco centĆ­metros mĆ”s para las piernas de los pasajeros de las plazas traseras. AdemĆ”s, el asiento trasero del modelo alemĆ”n ofrece una gran modularidad ya que se puede desplazar por partes asimĆ©tricas 13 centĆ­metros hacia delante para ganar maletero, los respaldos son abatibles 40:20:40 y tambiĆ©n son reclinables en varias posiciones. El dato inicial de capacidad del maletero de 350 litros es idĆ©ntico en ambos modelos, que lamentablemente sustituyen la rueda de repuesto por un kit reparapinchazos, pero al abatir los respaldos en el Mini queda un pronunciado escalĆ³n mientras que en el Fiat, gracias al 'Cargo Magic Space' de serie en esta versiĆ³n, la superficie es plana y mĆ”s aprovechable.

Todo esto cambiarĆ” a finales del aƱo que viene cuando se presente la nueva generaciĆ³n del Mini Countryman cuya nueva plataforma UKL, estrenada por sus hermanos pequeƱos y por el BMW Serie 2 Active Tourer, le permitirĆ” crecer y mejorar una serie de aspectos en los que ahora cojea.

En motores, mƔs rƔpido el 500X

Y el motor serĆ” seguramente uno de ellos. El Countryman Cooper D de nuestro frente a frente recurre a un motor 1.6 turbodiĆ©sel de 4 cilindros y 112 caballos agradable y econĆ³mico que no obstante se queda algo justo a la hora de tener que recuperar desde baja velocidad. En concreto y comparando prestaciones con su contrincante, hemos medido algunas recuperaciones hasta 3,5 segundos mĆ”s lentas en el Mini que en el Fiat, lo que sin duda repercute en el agrado de conducciĆ³n de un modelo que con ocho caballos menos consigue acelerar igual o incluso ligeramente mejor que el 500X. El motor del italiano, un 1.6 Multijet II de cuatro cilindros y 120 caballos tiene mĆ”s potencia y par y 'respira' mucho mejor a bajas vueltas. Por ejemplo, lo ponemos a prueba circulando en 6ĀŖ a menos de 1.500 rpm y por debajo de 70 km/h y no hay queja alguna cuando se pisa el acelerador sin reducir. La misma operaciĆ³n en el Mini obliga a reducir una marcha o a emplear bastante mĆ”s tiempo en completar la recuperaciĆ³n. AdemĆ”s, el Fiat cuenta con la ayuda de los tres modos de conducciĆ³n de su 'Drive Mood Selector' de serie y dos de ellos influyen bastante en los resultados. Es el caso del modo 'Sport', que modifica la sensibilidad del acelerador y retrasa la entrada del control de tracciĆ³n para conseguir acelerar un segundo mĆ”s rĆ”pido que en modo 'Auto', que busca sobre todo la economĆ­a de consumo.

Los nuevos Mini y el BMW Serie 2 Active Tourer, ademĆ”s de estrenar la nueva plataforma que heredarĆ” el Countryman el aƱo que viene, ya recurren al motor 1.5 diĆ©sel de 3 cilindros y 116 caballos con sorprendentes datos de consumo y prestaciones y probablemente serĆ” el motor diĆ©sel de acceso que montarĆ” la segunda generaciĆ³n del Countryman.

Hasta entonces el motor del Mini tambiĆ©n castiga con una sonoridad elevada tanto en frĆ­o como una vez que el motor alcanza la temperatura. De hecho nuestro sonĆ³metro ha medido al ralentĆ­ cuatro decibelios mĆ”s -que son muchos- en el modelo alemĆ”n que en el 500X y aunque esa diferencia se va reduciendo con la velocidad, el Mini se muestra siempre mĆ”s ruidoso que su rival, tambiĆ©n con un motor con una rumorosidad por encima de la media del segmento.

Empate en consumo

Empate en consumo, en bajo consumo, para dos modelos que sĆ³lo superan holgadamente los 5 litros cada 100 kilĆ³metros de media cuando sobrepasan los lĆ­mites de velocidad en autopista… y aĆŗn asĆ­ mantienen el tipo. Y ojo con los datos de autonomĆ­a, casi 1.000 kilĆ³metros en ambos.

Tanto el Fiat 500X como el Mini Countryman Cooper D son modelos fĆ”ciles de conducir con comportamientos sanos y predecibles. Pero no se van a librar de un tirĆ³n de orejas. En el caso del italiano, porque su suspensiĆ³n es seca e incĆ³moda aunque ello le reporte un beneficio claro a nivel comportamiento. Y en el del Mini, porque tiene una direcciĆ³n elĆ©ctrica que transmite poco al volante y un cambio bastante duro en el que engranar la marcha atrĆ”s se convierte en un acto de fe… y de fuerza. Pero profundicemos en el comportamiento.

Y en comportamiento, mƔs eficacia del Fiat

El 500X de tracciĆ³n delantera va equipado con unos neumĆ”ticos 225/45 R18, un calzado a todas luces sobredimensionado para su potencia, y su sistema McPherson en el eje trasero es una rara avis en el sector. Pero funciona, y consigue que el 500X se desenvuelva un poco mejor que su rival en carreteras ratoneras aportando un tacto deportivo y una velocidad de paso por curva realmente sorprendente. AdemĆ”s en el modo 'Sport' del 'Drive Mood Selector' la direcciĆ³n del modelo italiano se endurece y mejora mucho el tacto. La mala noticia es que, tal y como ocurrĆ­a en su primo el Jeep Renegade, una amortiguaciĆ³n mĆ”s firme de lo normal transmite al habitĆ”culo sequedad y saltitos incĆ³modos en cuanto el asfalto se degrada un milĆ­metro. El Countryman es mĆ”s cĆ³modo, menos eficaz pero mĆ”s cĆ³modo con la suspensiĆ³n de serie, aunque en opciĆ³n se ofrece una suspensiĆ³n deportiva por 200 euros que no hemos probado pero que puede ser el recurso mĆ”s apropiado para los que buscan un Countryman Cooper D con el tacto de kart de los Mini mĆ”s pequeƱos.

Y ya que hablamos de opciones, el Mini necesitarĆ­a equipamiento opcional por valor de no menos de 4.000 euros para igualarse con el 500X tal y como viene el modelo italiano de serie en acabado Lounge, con elementos como la pantalla tĆ”ctil con navegador, el acceso y arranque sin llave, los sensores de aparcamiento, el climatizador bizona o los faros de xenĆ³n. Es decir, que la diferencia entre ambos podrĆ­a llegar tranquilamente hasta los 5.000 euros, una cantidad para nada justificada por el modelo alemĆ”n que en cualquier caso no estĆ” a la altura de su rival en otros muchos apartados.