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Elecciones 2015. Los partidos y el automóvil

Los menos dispuestos a facilitarnos el trabajo han sido los partidos más bisoños, especialmente Podemos, que ni se ha dignado dar una respuesta, mientras ciudadanos nos remitía al programa electoral en lugar de responder a nuestra preguntas directas sobre temas concretos de ese mundo tan complejo y transversal en el que se mueve el automóvil, implicado en industria, sociedad, movilidad, medioambiente, infraestructuras…. Un mundo que se pierde en las generalidades de un programa electoral.

Queríamos saber

1.- ¿Contempláis medidas para seguir rejuveneciendo nuestro «vetusto» parque de vehículos y apoyar las matriculaciones?

2.- ¿Cómo pensáis compaginar movilidad y contaminación?

3.- ¿Cómo luchar contra la siniestralidad vial?

4.- Limitar a 70 km/h la velocidad en carreteras secundarias y subir a 130 km/h en algunos tramos de vías rápidas ¿es solución?

5.- El mantenimiento de las carreteras es una gran asignatura pendiente ¿Cómo se abordarán las infraestructuras viarias?

El PP contesta

Concha Bravo, la Portavoz de Seguridad Vial del Grupo Popular en el Congreso en la X Legislatura es la encargada de responder nuestro pequeño cuestionario.

1.- Somos plenamente conscientes de que un «parque automóvil» envejecido es un factor concurrente (y en algunos casos determinante) en los accidentes de tráfico y, por lo tanto, un factor de riesgo que contribuye a incrementar la «inseguridad vial». En nuestro país, según datos del propio sector (ANFAC), la edad media de los coches que circulan es de 11,5 años, con un 29% del total del parque entre 11 y 15 años y otro 24% con más de 15.

De ahí que nuestro Partido defienda la implantación de medidas que estimulen la renovación del citado parque. Así queda explicitado con la reciente ampliación del Plan PIVE 8 (dotado con 225 millones de euros) y la luz verde dada al Plan MOVEA (que concede ayudas a vehículos propulsados por energías alternativa) que tendrá una dotación de 16,6 millones de euros, hasta el 31 de julio de 2016.

Con estas medidas, se pretende sustituir un total de 1.185.000 vehículos antiguos y generar unos ahorros anuales de 412 millones de litros de combustible (equivalentes a la importación de 2.628.687 barriles de petróleo), así como evitar la emisión de 850.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Prioridad a peatones y ciclistas y combustibles limpios

2.-Desde el Partido Popular hemos venido apostando por una movilidad «Sostenible», «Segura» y «Saludable», algo que sólo es posible desde un planteamiento transversal (global) de la movilidad basado en la complementariedad de los diferentes modos de transporte. Algo que, sobre todo en el entorno urbano (donde se hacen más patentes los efectos nocivos de la contaminación ambiental), implica necesariamente cambiar el planteamiento de la nueva planificación urbanística (es decir, dando prioridad a los peatones y ciclistas, haciendo que las vías y calles urbanas sean mucho más «amigables» para estos) e ir sustituyendo la actual primacía de los vehículos privados a motor por un sistema de transporte público -eficaz, seguro y sostenible- que permita la integración del «peatonismo» y del «ciclismo» como modos de transporte complementarios.

Así mismo, con el fin de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero provenientes de los motores de combustión (ya sean de gasolina o de diésel), desde el Partido Popular apoyamos la implantación de medidas que: en primer lugar, hagan viable el movimiento de un parque de vehículos que utilice combustibles limpios o, en cualquier caso, mucho menos contaminantes (energías renovables, hidrógeno, gas, electricidad) -es decir, que se disponga de la infraestructura de carga/recarga de «combustible» necesaria; en segundo lugar, estimulen la I+D+i española en este terreno; y, en tercer lugar, fomenten la compra de estos vehículos (Planes PIVE, MOVEA, etc.).

Consenso en seguridad vial

3.-Desde el Partido Popular siempre hemos defendido la tesis de que la seguridad vial es un «asunto de Estado» que requiere del consenso de todas las fuerzas políticas, habida cuenta de que el enorme sufrimiento que produce tanto a las personas que tienen un accidente de tráfico como a sus familiares sencillamente no puede politizarse.

Los umbrales alcanzados por nuestro país en seguridad vial hacen que cada año sea más difícil encontrar medidas «revolucionarias» que impacten, de manera inmediata, sobre la siniestralidad vial reduciéndola. Por ello, apostamos por la implantación efectiva de medidas que combinen la sostenibilidad de los resultados (entre estas, sin la menor dura, se encuentran las relativas a la Educación Vial así como las que tienen que ver con la mejora y adaptación de la Formación Vial de los conductores a la realidad del tráfico actual) con el impacto (positivo), en el corto plazo, sobre la seguridad vial de los segmentos que las estadísticas nos muestran como más vulnerables -más sobrerrepresentados- (entre estos, los mayores de 65 años y los motoristas), así como la erradicación de las conductas más peligrosas al volante (velocidad, drogas y alcohol).

Por último, creemos que resulta necesario analizar cuidadosamente la siniestralidad vial que tiene lugar en las carreteras convencionales (donde, aproximadamente, se registran dos tercios de las víctimas mortales, en accidente de tráfico), para diseñar y desplegar un Plan Integral de Seguridad Vial específico.

No al límite genérico de 70 km/h

4.- En primer lugar, hemos de ser muy conscientes de que la velocidad «excesiva y/o inadecuada» es uno de los factores determinantes/concurrentes de los accidentes de tráfico que, además, más influye en las consecuencias de los mismos. No obstante, a «sensu contrario», también hemos de tener en cuenta que el tiempo de viaje es uno de los parámetros a considerar a la hora de elegir uno u otro modo de transporte (tanto de personas como de mercancías); así como el hecho de que velocidad y consumo de combustible están directamente relacionados.

Lo que sí es evidente es que el trazado y las condiciones de los entornos de estas carreteras (pensemos, por ejemplo, que en muchas de ellas no existen «biondas» o que, sencillamente, no existen arcenes, o existen obstáculos en el borde de la calzada) hacen que circular por ellas a velocidad excesivas incremente el riesgo de accidente y, por supuesto, sus consecuencias. De ahí que, según qué caso, resulte más que aconsejable limitar la velocidad a 70 km/h.

Respecto a aumentar el límite de velocidad en algunos tramos de autovía a 130 km/h, hay que tener en cuenta que, antes de nada, habrá que esperar a ver como se recoge, dicho aumento, en el Reglamento General de Circulación. En cualquier caso, el mismo no es generalizado sino que ha de autorizarse, en cada caso y en función de las condiciones externas, por los responsables de tráfico. Por lo tanto, hemos de pensar que cuando se autorice este incremento de velocidad, los expertos y los responsables de tráfico han concluido que es seguro circular, por dichos tramos de autovía, a esa velocidad.

Todo ello, añadido al hecho de que los vehículos actuales son mucho más seguros y fiables que los antiguos (de ahí que el gobierno del Partido Popular continúe sistemáticamente aplicando desplegando medidas de estímulo para renovar el parque automóvil español).

La conservación, en el punto de mira

5.-Desde el Partido Popular, sin obviar la necesidad de seguir invirtiendo en la construcción de nuevas infraestructuras viarias (por ejemplo, para conectar puertos secos con los puertos y aeropuertos españoles), somos plenamente conscientes de que una de las prioridades está en la conservación (del pavimento y de los equipamientos viales) de nuestro Patrimonio viario, así como en la eliminación de los Tramos de Concentración de Accidentes.

Por ello, una vez superada la crisis, ya en los Presupuestos Generales del Estado que ha aprobado el Parlamento para 2016, desde el Ministerio de Fomento, se ha aumentado esta partida presupuestaria, en relación al año anterior. A pesar de ello, somos conscientes de que todavía se está lejos de ese teórico 2% del «valor patrimonial» que según los expertos debe dedicarse a conservar nuestras carreteras.

En cualquier caso, desde el gobierno del Partido Popular venimos demostrando con hechos que, tan pronto como así lo permite la situación económica del país, la conservación de las carreteras del Estado es y seguirá siendo una prioridad del Gobierno.

El PSOE contesta

1. – Seguiremos apostando (al igual que hicimos en el pasado) por planes que incentiven la venta de vehículos menos contaminantes, como el Plan PIVE (Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente) lo que supone un ahorro en combustibles y en emisiones contaminantes, pues el parque automovilístico español tiene un promedio de antigüedad demasiado elevado (11,3 años).

Los planes de subvenciones y ayudas a la compra de vehículos, iniciados por gobiernos socialistas, han sido exitosos en la medida en que han contribuido a atemperar la caída de la demanda nacional durante lo peor de la crisis, pero en estos momentos es necesario su paulatina substitución por un programa de subvenciones e incentivos a la compra de vehículos más eficientes.

Restricción al vehículo privado

2.- Queremos pasar del concepto de circulación, donde el protagonista es el automóvil, al de movilidad, donde el protagonista es la persona y sus diversas formas de desplazarse.

Apostamos por medidas como la creación de una Dirección General de Movilidad que centralice e impulse políticas de movilidad sostenible, realizar propuestas a los entes locales, presentar un Plan Estratégico de la Bicicleta, primar las formas de transporte no motorizadas (bicicletas, trenes, tranvías, metro y vehículos eléctricos) sobre las motorizadas y promover el transporte público de calidad, en particular en el acceso y la movilidad en las ciudades, restringiendo el acceso con vehículo privado en las grandes ciudades en paralelo al desarrollo de aparcamientos disuasorios

Apostamos también por incentivar los vehículos limpios, lo que supone un impulso a los vehículos híbridos y eléctricos.

En seguridad, apuesta por la formación

3.- El actual repunte producido en la siniestralidad vial se debe a varios factores: el pésimo estado de las carreteras debido al drástico recorte de la inversión en mantenimiento, un parque móvil anticuado y unas políticas erráticas en materia de seguridad vial en elementos tan fundamentales como los límites de velocidad.

Por ello, los socialistas abogamos por recuperar la inversión en mantenimiento de infraestructuras, renovar el parque móvil e impulsar medidas específicas para los colectivos más vulnerables (peatones y ciclistas) y para aquellos vehículos en que la siniestralidad ha aumentado en los últimos años ( motoristas o furgonetas).

Debemos también recuperar e impulsar la Seguridad Vial y Movilidad Sostenible en los curículums escolares (de forma obligatoria y evaluable), así como mejorar la formación para la obtención de los permisos de conducir e impulsar la formación continua de todos los conductores.

Proponemos conformar la educación vial como una herramienta de prevención de accidentes para lo que se requieren medidas específicas como, entre otras, integrar la formación en seguridad vial en los planes de formación obligatoria o promover la creación de un grado oficial para formar profesionales en Movilidad y Seguridad Vial.

Pero también, reformar los centros de reconocimiento médico para mejorar el cumplimiento de sus funciones y de los servicios que realizan, así como revisar el régimen jurídico de los examinadores de tráfico.

Ni subida ni bajada de límites

4.- No somos partidarios de aumentar los límites de velocidad por motivos de seguridad, pero también energéticos y económicos. Tal y como demuestran diversos estudios, a mayor velocidad más posibilidades de sufrir un accidente y de que éste sea más grave, mayor contaminación y más consumo de combustible.

Por otro lado tampoco creemos necesario reducir a 70km/h de forma generalizada los actuales límites en carreteras secundarias. Aumentar la diferencia de velocidades entre vías de alta capacidad y carreteras convencionales responde en ocasiones más a intereses económicos que a motivos de seguridad.

Priorizar el mantenimiento

5. – Debemos recuperar la inversión en materia de conservación de carreteras a las cifras anteriores a la crisis. Los recortes producidos a lo largo de la pasada legislatura han dejado las infraestructuras en un deficiente estado de seguridad.

Debemos priorizar por ello la inversión en mantenimiento por encima de la construcción de nuevas infraestructuras. Tampoco debemos olvidar que el reto del futuro pasa por promover una movilidad sostenible. La mejora de la seguridad y movilidad no pasa por aumentar la capacidad de las vías sino por impulsar la convivencia de los diferentes medios de transporte sostenibles.