Esta bestia, el Megane RS Trophy R, ha conseguido volar en el circuito de Nürburgring, en la categoría de vehículos de serie. En comparación con el Mégane R.S. Trophy, esta nueva versión, equipada con el mismo propulsor de 300 CV de potencia, cuenta con un mayor rendimiento debido a la reducción del peso (hasta 130 kg), una aerodinámica retocada y una evolución más radical de sus trenes rodantes. Para su producción, Renault ha contado con la colaboración de diferentes marcas de prestigio: Akrapovic para su línea de escape, Brembo para los frenos, Bridgestone para los neumáticos, Öhlins para los amortiguadores y Sabelt para sus asientos baquets.