Acorde a lo que marca su historia, este nuevo modelo es el vehículo más duro y el más capaz que ha fabricado Land Rover hasta la fecha, ya que combina la nueva estructura con un sinfín de nuevas tecnologías que hacen de él toda una máquina. Y es que un Defender tiene que ser capaz de todo cuando nos referimos a salir fuera del asfalto y en esto Land Rover sabe manejarse con mucha soltura. Una altura al suelo de 291 mm, una profundidad de vadeo de 900 mm y unos ángulos de ataque, de ruptura y de salida de 38, 28 y 40 grados respectivamente para la versión 110, hacen que este vehículo sea un todoterreno de los de toda la vida, un duro rival al que enfrentarse fuera de la carretera.