Si en asfalto el Tarraco nos ha sorprendido como en su día nos sorprendió el Ateca con un andar similar al de un turismo GTI, en el campo hemos podido comprobar que el nuevo Seat Tarraco puede llegar mucho más lejos de lo que uno se pueda imaginar a pesar de su mayor distancia entre ejes. Parte del truco llega de la mano de una mayor altura libre al suelo fijada en 201 mm (por 180 del Ateca). Pero es que además el nuevo SUV derrocha solidez y su chasis apenas se retuerce incluso en las zonas más críticas, las trialeras más salvajes o los cruces de puente más extremos.