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Renault acerca la tecnología de recarga del futuro

Renault es pionera en la apuesta por la movilidad eléctrica. Cuando prácticamente ningún fabricante miraba en esa dirección, la firma francesa ya tenía una gama de modelos que avanzaban por dónde iría el camino de la nueva movilidad. Por eso, la marca del rombo es avanzadilla de soluciones para el fomento de la movilidad eléctrica.

Y si a eso unimos la experiencia de sus socios dentro de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, está claro que es este grupo uno de los principales impulsores de la movilidad eléctrica. Renault cuenta en su gama con eléctricos como el Twizy, Kangoo o Master ZE y también con el ZOE, el eléctrico más vendido en Europa.

Con ese bagaje y cartera de productos a los que se unen modelos electrificados como los nuevos Captur y Mégane E-Tech (híbfridos enchufables) o Clio E-Tech (híbrido) ahora la firma francesa busca apoyar con otras iniciativas la popularización de la movilidad eléctrica. Por ejemplo, con el desarrollo de una nueva tecnología de recarga para el futuro.

En enero de 2020 el Grupo Renault el proyecto INCIT-EV, en colaboración con una treintena de socios que se han unido a la iniciativa para promover la movilidad eléctrica. Un proyecto que plantea soluciones de recarga urbanas y de larga distancia que tendrá una duración de cuatro años en los que se realizará un estudio de las necesidades y las limitaciones de los usuarios de vehículos eléctricos, así como una fase de demostración de las futuras tecnologías de recarga en las que ya trabaja Renault.

La firma francesa desarrolla tres tecnologías que pueden cambiar el panorama de la recarga de vehículos eléctricos, y abrir nuevas posibilidades a los usuarios de los mismos. Son tres tecnologías: «Plug and Charge», la recarga inteligente bidireccional y la recarga por inducción, tanto estática como dinámica.

Plug and Charge: sin complicaciones

Una tecnología que se instala en puntos de recarga y permite que en estos el usuario de un vehículo eléctrico Renault pueda conectarse a una estación de carga pública sin realizar ningún paso más. El sistema de control se encarga de identificar el vehículo y de permitir el pago de forma automática mediante un protocolo encriptado que garantiza la seguridad, sin necesidad de utilizar ningún tipo de tarjeta de crédito o de socio.

Este avance será posible gracias a la adopción de la nueva norma internacional ISO 15110, que regula los protocolos de sincronización entre los vehículos eléctricos y los puntos de recarga, además de permitir la implementación de la recarga bidireccional que el Grupo Renault ya está ensayando actualmente en Europa.

Recarga inteligente bidireccional

Se trata de una tecnología que permite que el flujo de energía vaya de la red al coche para proceder a su recarga; y también en sentido contrario, del coche a la red, para el reabastecimiento de la misma. Tiene una función medioambiental que promueve la electricidad con bajas emisiones de carbono; y económica ya que consigue abaratar los costes al hacer que la energía esté fácilmente disponible.

Mediante la carga inteligente bidireccional, si un vehículo eléctrico Renault está enchufado en una estación de carga pública o en el domicilio del usuario, la batería pasará a cargarse o descargarse en tiempo real para ayudar a equilibrar la oferta y la demanda de energía de la red eléctrica a la que se encuentra conectado.

El coche puede almacenar la electricidad procedente de fuentes de energía renovables, principalmente a través de energía solar y eólica, cuando está disponible o cuando la tasa de consumo de electricidad es baja. Y cuando la demanda de energía es alta o la cantidad de electricidad generada por las fuentes de energía renovables es baja, el vehículo puede devolver energía a la red.

Renault trabaja en el desarrollo de la carga inteligente y bidireccional con ayuda de varios socios de referencia en los sectores de la movilidad y la energía. Los primeros ensayos tendrán lugar en Ámsterdam y Utrech, en los Países Bajos.

La recarga por inducción

Permitirá recargar un vehículo eléctrico utilizando la recarga inductiva estática, sin necesidad de conectarlo mediante un cable. Una tecnologia de transmisión de electricidad presente en la actualidad en muchas aplicaciones de consumo del mundo real. Uno de los ejemplos más comunes son los teléfonos inteligentes, que se pueden recargar, por ejemplo en coches como el nuevo Zoe de forma inalámbrica.

Esta tecnología se basa en el principio de la inducción electromagnética: al hacer pasar una corriente eléctrica a través de una bobina, se crea un campo magnético cuya acción genera otra corriente eléctrica. Bastaría, por lo tanto, con aparcar el vehículo eléctrico con una bobina receptora instalada bajo la carrocería en una plaza de aparcamiento que contase con la bobina emisora integrada en el piso, para que el proceso de carga tuviera lugar de forma automática y sin necesidad de cables.

Para Renault, el verdadero futuro de la carga inalámbrica pasa por la carga por inducción dinámica. Con esta tecnología el vehículo eléctrico recoge la energía eléctrica generada por inducción mientras se conduce al pasar por las bobinas emisoras, que están integradas directamente en la carretera, lo que aumenta la autonomía sobre la marcha. Esto permitirá reducir la necesidad de utilizar baterías de alta capacidad, así como la dependencia de las estaciones de carga.