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Conducimos el Nissan Juke 2024, que cambia más de lo que parece

Lanzada a finales de 2019, la segunda generación del Nissan Juke ha permanecido prácticamente invariada desde que llegara al mercado, con la salvedad de la incorporación –a mediados de 2022– del sistema de propulsión híbrido que comparte con los Renault Clio y Captur, así como con sus gemelos Mitsubishi Colt y ASX, respectivamente.

Todos los estudios de mercado llevados a cabo por Nissan dejaban claro que el diseño del vehículo era uno de sus aspectos más valorados, así que no se trataba de un aspecto sobre el que hubiera que intervenir. Por el contrario, el vehículo demandaba una actualización tecnológica que se ha traducido en nuevos equipos de información y entretenimiento, así como una mayor oferta de sistemas de ayuda y asistencia a la conducción.

Así es el nuevo Nissan Juke 2024

Como resultado de todo esto, el nuevo Nissan Juke incorpora de serie el aviso acústico de alerta de velocidad, un sistema de grabación de datos en caso de accidente y protección contra ciberataques. Además, se ha mejorado el sistema de frenada autónoma, y diversos asistentes que antes permanecían apagados indefinidamente cuando los desconectabas se rearman ahora cada vez que arrancamos el vehículo para cumplir con las nuevas legislaciones en materia de seguridad de la Unión Europea.

Pero lo más llamativo del nuevo Nissan Juke 2024 se encuentra en el habitáculo. En todas las versiones, la pantalla central es ahora más grande (12,3’’) y cuenta con un formato panorámico, lo que no ha impedido que se conserven botones físicos para acceder a múltiples funciones. 

Además, todos los acabados disponen ahora de instrumentación digital, que en el caso del acabado básico Acenta es de 7’’, mientras que desde el siguiente acabado (N-Connecta) pasa a ser de 12,3’’. De hecho, no sólo es amplia, sino muy legible, con abundante información bien ordenada y con dos diferentes diseños para satisfacer a los conductores más clásicos y a quienes busquen un toque diferenciador.

Siguiendo con los equipamientos, el básico Acenta monta ya llantas de aluminio de 17’’ y unos asientos bastante aparentes, con una marcada sujeción lateral, además de conectividad inalámbrica para teléfonos con sistema Apple CarPlay y Android Auto, sin olvidar la cámara de visión trasera y puertos USB-A y USB-C. Está disponible desde 21.775 euros.

A todo esto, el N-Connecta añade sensores de aparcamiento, cargador inalámbrico y una tapicería mixta de tela y cuero sintético (desde 23.475 euros), mientras que el Tekna cuenta con el equipo de audio Bosé, el control de crucero adaptativo con centrado en el carril, el sistema de cámaras 360º, llantas de 19’’ y unos asientos de aspecto aún más deportivo tapizados íntegramente en piel sintética. Cuesta 25.825 euros.

También por encima del acabado N-Connecta y como alternativa al Tekna se ofrece la terminación N-Design, con pintura bitono, llantas de 19’’, elementos distintivos exteriores y asientos con tapicería mixta en piel sintética y piel vuelta sintética Alcantara (24.575 euros). Y sobre esta versión se lanza una serie limitada a 300 unidades denominada Nissan Juke Icon pintada en un exclusivo color amarillo con contraste en negro a juego con un interior personalizado; versión que puedes ver en las fotos que acompañan esta información y que vamos a probar hoy asociada al sistema de propulsión híbrido. Está disponible por 25.975 euros.

Así va el Nissan Juke Icon

En el exterior del aeropuerto de El Prat (Barcelona) nos esperan los llamativos Nissan Juke Icon, con los que realizaremos una exigente ruta que nos llevará hasta Sant Fruitós de Bages, atravesando la tortuosa carretera que cruza el parque natural de San Lorenzo del Munt y del Obac, el cual se extiende por las comarcas del Bages, el Vallés Occidental y el Moyanés.

No hay cambios mecánicos en la gama, y nuestro Nissan Juke Icon monta el ya mencionado sistema híbrido de 143 CV, si bien el SUV japonés sigue estando también disponible con un motor de gasolina de un litros y 117 CV, acoplado a un cambio manual o automático.

Dinámicamente, no podemos ponerle ningún pero. La dirección guía las ruedas con precisión, los frenos ofrecen buen mordiente y progresividad, las suspensiones trabajan adecuadamente conteniendo la carrocería y garantizando el confort a los ocupantes mientras las ayudas electrónicas hacen su trabajo sin incordiar demasiado, salvo en el caso del sistema de advertencia acústica de velocidad (que puede llegar a ser molesto si no lo desconectamos) y el de advertencia de salida del carril, demasiado alarmista, accionando incluido del freno del vehículo cuando pisamos voluntariamente alguna de las líneas de la carretera para tratar de enlazar curvas de gran visibilidad de manera más fluida.

Con estos pecados veniales que no ensombrecen el gran trabajo llevado a cabo por los ingenieros de la firma japonesa –muchos de los cuales trabajan en el centro técnico de Zona Franca (Barcelona)–, el Nissan Juke sigue siendo un fantástico representante del segmento B-SUV que la primera generación del modelo se encargó de inaugurar, y esta serie especial resulta indudablemente atractiva.