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Audi A4 2.0 TDI, BMW 318d y Lexus IS 200 d, tres «señores» con mucha clase

Puede que alguien eche en falta alguna berlina 'premium' en esta comparativa, pero son los que están y cada uno de ellos aporta su toque especial. Si eres alguno de los afortunados que todavía pueden desembolsar casi 40.000 euros por una berlina de este segmento, cualquiera de nuestros protagonistas es una excelente opción, pues dejando a un lado el precio de partida, ofrecen imagen, calidad, exclusividad y sobre todo, elevadas dosis de tecnología que se traducen en bajos consumos, excelentes prestaciones y altos niveles de seguridad, aunque en esto, la veteranía no es un grado.

Las marcas generalistas ofrecen cada vez más productos dignos de rivalizar con modelos 'premium', pero todavía perdura ese puñado de marcas que despuntan gracias a su nombre, imagen o refutada calidad, permitiéndose el lujo de mantenerse ese peldaño por encima del resto, incluido el económico.

Y es que la mayoría de berlinas generalistas cumplen con las necesidades de cualquier cliente, algunas incluso por la mitad de lo que cuesta cualquiera de nuestros protagonistas. Pero también es verdad que un reloj de la marca Hublot cuesta mucho más que un Casio y aparentemente sólo sirven para dar la hora, o que el kilo de jamón 5 Jotas multiplica por diez el precio del jamón de york, y ambos se llaman jamón…

Esto no es casualidad, así que si buscas un vehículo de excelente calidad, tecnología, dinámica, seguridad y además te lo puedes permitir, yo que tú firmaba ahora por cualquiera de estas tres berlinas. Pero hay que recordar que esto es una comparativa y en la medida de lo posible evitaremos los empates y las medias tintas.

BMW ha sido el último en irrumpir en el segmento de las berlinas compactas con el Serie 3, un vehículo que mantiene el 'ADN' de la marca y que ha crecido de tamaño respecto a su antecesor. El siguiente en el escalafón es el Audi A4, que sufrió un sutil lavado de imagen en octubre de 2011 que afectó a su frontal, al habitáculo y a sus sistemas de seguridad activa. Y por último encontramos el Lexus IS, un vehículo más exclusivo que sus rivales, pues su demanda es más minoritaria y está menos visto. A pesar de estar en activo desde el año 2005, su estética hace que no pase inadvertido, ayudado en nuestro caso, por su deportivo acabado F-Sport.

Las dimensiones del Audi A4 2.0 TDI, el BMW 318d y el Lexus IS 200

Además de ser el más veterano, el Lexus es el más corto del trío y el que menos distancia entre ejes presenta -2,73 metros frente a los 2,81 de Audi y BMW-. Esto repercute en su habitabilidad, pues aunque delante no hay problemas de espacio en ninguno, detrás cada uno marca distancias a su manera y el Lexus sale peor parado metro en mano. Para basarnos en datos reales un servidor, con 1,75 metros de estatura, se colocó en el puesto de conducción de los tres modelos para posteriormente pasar a la parte trasera. El Lexus IS presenta un espacio para las piernas de 66 centímetros, además, el asiento del conductor va pegado al piso y es imposible meter la punta de los pies por debajo para raspar algún centímetro. BMW y Audi empatan con 73 centímetros, un espacio más apropiado para un adulto. En anchura a la altura de los codos, ninguno anda mal, pero lo que condiciona la habitabilidad es la anchura del respaldo. Lexus y BMW son vehículos de propulsión y con el objetivo de equilibrar las masas, colocan los propulsores en una posición más retrasada, por lo que se atrasa todo el conjunto y los pasos de rueda posteriores limitan la anchura. Así, el Lexus se convierte casi en un cuatro plazas -túnel de transmisión grande y asiento central incómodo-, mientras que el BMW permite que un niño utilice su plaza central. El A4 no presenta este 'handicap' -es tracción delantera- y se erige como el más amplio y cómodo en la parte trasera.

La funcionalidad no es el plato fuerte de ninguno, ya que no tienen respaldo trasero abatible. En el Audi y el BMW se puede solucionar si pasamos por caja, pero en el Lexus no se ofrece ni en opción y se conforma con un maletero de 398 litros, mientras que sus rivales arrancan en 480 litros.

Los tres gozan de una calidad muy elevada, con materiales y ajustes que rayan a un gran nivel. El Lexus denota su origen Toyota con mandos y botones vistos en un Yaris, que aunque funcionales, chocan en un modelo 'premium'. La presentación de los tres es sobria y sólo si los equipamos con navegador, les aportaremos un toque de sofisticación. Como buenos alemanes, Audi y BMW son sencillos e intuitivos en el día a día y simplifican al máximo sus funciones por medio del mando MMI en Audi y el I-Drive en BMW, mientras que el Lexus, japonés, apuesta por una pantalla táctil, pero con botones pequeños para manejar directamente la radio o el sistema de climatización.

Conducción en el Audi A4 2.0 TDI, el BMW 318d y el Lexus IS 200

Como habréis apreciado, los dos alemanes apuestan por unas cajas de cambio automáticas, pues puestos a ser 'nobles', mejor optar por un cambio de este tipo que redunda en confort y cada vez más, son sinónimo de bajos consumos. El Lexus por su parte, apuesta por un cambio manual, pues no hay automático ni en opción con esta mecánica diésel de 2,2 litros. Se trata de un propulsor muy suave y progresivo, que suena poco y vibra menos, pero que carece de innovaciones en materia de ahorro de combustible. El cambio manual es de 6 velocidades, pero sus desarrollos son excesivamente largos para la orografía española. Esto ya se criticó cuando se lanzó en 2005 y todos los IS adoptaron el cambio de los Sport, con desarrollos más cortos, pero el error se repite. En 3ª velocidad el IS supera los 152 km/h y a 120 km/h en sexta, su motor gira a menos de 1.800 rpm. Si tenemos en cuenta que su par máximo lo entrega a 2.000 rpm, que pesa 1.710 kg -205 más que el BMW- y tiene unas cubiertas más que generosas, no es de extrañar que sus recuperaciones se lastren en exceso -acelerando mejora los datos homologados- y que nos veamos constantemente ante la necesidad de tener que reducir de marchas para mantener la velocidad de crucero en autopista y autovía, todo un engorro. Sin embargo su dinámica es excelente y sin duda es el más divertido de conducir de este trío con un eje trasero que se nos insinúa cuando avivamos el ritmo, por lo que se erige como la opción ideal para los que busquen un modelo con un tacto deportivo.

Por su parte, BMW ha creado un vehículo realmente equilibrado para tratarse de un modelo con propulsión trasera. Es cierto que ofrece ESP, diferentes 'set up' configurables desde el mando Driving Experience Control ubicado junto al cambio -desde el Sport+, hasta el ECO PRO que ayuda a minimizar el consumo-, pero en esta generación han dado más prioridad al confort que a la deportividad que siempre ha caracterizado al Serie 3, aunque la tiene. A pesar de todo, el BMW se muestra muy efectivo en todo momento y ha frenado en distancias mínimas. El 318d eroga 143 CV, pero su cambio ZF con convertidor de par y 8 velocidades parece darle un plus de potencia cuando queremos extraerle todo lo que lleva dentro. Así, no es de extrañar que acelere de 0 a 100 km/h en sólo 8,9 segundos o que pase de 80 a 120 km/h en 6,7 segundos. Pero el acertado escalonamiento del cambio, un coeficiente aerodinámico de 0,26 y numerosos sistemas de ahorro de carburante, nos han permitido conseguir consumos dignos de un utilitario. Eso sí, el sistema 'Auto Start/Stop' es algo brusco cuando vuelve a poner el marcha el propulsor, que por cierto, genera un ruido feo, algo a mejorar por BMW.

Igual potencia ofrece el Audi A4 2.0 TDI, que como alternativa al cambio manual, ofrece una caja automática con variador continuo y 8 velocidades, denominada Multitronic. El propulsor es una delicia y también se combina con el sistema 'Start/Stop' y la regeneración de energía en las frenadas. Sus consumos han sido muy ajustados y las prestaciones ofrecidas muy buenas, aunque es ligeramente más lento que el 318d. Aquí entra en juego que el A4 pesa 65 kg más que el BMW y que el cambio Multitronic no es tan efectivo a la hora de la verdad como el ZF de BMW y tampoco es equiparable al fantástico S tronic utilizado en otros Audi. Sin embargo el Multitronic es muy suave y hace que los cambios de marcha sean casi inapreciables. Como en el BMW, las levas para un manejo secuencial son opcionales, pero el Multitronic es una opción 842 euros más cara que el ZF de BMW.

De los tres, el A4 es el único con tracción delantera, pero no desmerece a la hora de hablar de comportamiento, siempre muy aplomado y con grandes dosis de confort. Si buscamos algo más dinámico, mejor apostar por alguna de las tres opciones que ofrece Audi en materia de suspensiones y que arrancan en los 325 euros.

El Audi A4 2.0 TDI, el BMW 318d y el Lexus IS 200 d cumplen en cuanto a seguridad

Cualquiera de estas tres berlinas cuenta con todo lo necesario en materia de seguridad, hasta el punto de que el Lexus incluye doble airbag de rodilla para conductor y acompañante. Sin embargo su veteranía hace que a Lexus no le salga rentable equiparlo con los últimos avances en seguridad activa que sí incorporará su sucesor, que  será presentado este mes de enero en el Salón de Detroit. Cuando llegue, seguro que reduce las distancias con los dos pesos pesados que tiene por rivales.

Estos dos sí ofrecen de manera opcional sistemas de seguridad activa como el control de velocidad con radar, sensores de ángulo muerto, avisadores de cambio involuntario de carril, sistema de frenada de emergencia… Sin embargo también relegan a la lista de opciones elementos tan lógicos como los anclajes ISOFIX -de serie en el BMW- o la desconexión del airbag del acompañante cuando hablamos de sistemas de seguridad, pues si ya nos metemos en equipamiento de confort o estética, encontramos infinidad de opciones que deberían ser de serie 'por ley' en vehículos de este empaque y que superan los 35.000 euros de partida.

Y no hablemos de los 40.200 euros que cuesta el IS 200D F-Sport. Es verdad que equipa casi todo y tiene 5 años de garantía, pero se nos hace caro. Puestos a arañar unos euros, ofrecen un IS 200D Premium, con gran equipamiento, el mismo motor y cambio, por 34.850 euros a los que podemos descontar 2.000 euros del Plan PIVE. Y si el Audi o el BMW os parecen caros, pero pensais que pueden convertirse en vuestro futuro vehículo, decir que Audi tiene un A4 2.0 TDI 143 CV Advanced Edition manual con faros de xenón, sensor de lluvia y luces, sensor de aparcamiento y algo más por 27.250 euros incluido el PIVE, mientras por 28.900 euros BMW nos ofrece un 318d Essential Edition con navegador, xenón, sensores de aparcamiento y llantas de 17 pulgadas. Ambos con opción a cambio automático.