¿Te acuerdas del Volkswagen Jetta? Fue un sedán de cuatro puertas, situado por debajo del Passat que estuvo muchos años entre nosotros… eso sí, con diferentes nombres, por lo que no llegó a crear un sentimiento de arraigo como sí pudo hacer el propio Passat y, por supuesto, el Golf. Su historia discurre de manera paralela la del Golf: debutó en 1979, aunque este primera entrega no llegaría a venderse en España. Sí lo haría la segunda, basada en el Golf MK2, que vio la luz en 1984. En la siguiente, de 1992, Volkswagen decidió cambiar el nombre Jetta por Vento para el mercado europeo.
Esta denominación tampoco calaría y en la cuarta entrega, de 1999, pasó a llamarse Bora. Sería en la quinta entrega, de 2005, cuando se recuperó el nombre Jetta en prácticamente todo el mundo. Pero por aquella época comenzó el ‘boom’ de los SUV y la caída de las berlinas, y aunque estuvo entre nosotros unos cuantos años más (hasta 2017, ya en su sexta generación), su presencia fue bastante testimonial. Como curiosidad, en 2013 estuvo a la venta un Jetta dotado de una mecánica híbrida convencional (no enchufable) de 170 CV, originalmente destinada al mercado norteamericano.
En estos últimos años las cosas han cambiado mucho en el segmento; de hecho, el pasado 2023 asistimos a la desaparición de la carrocería berlina del Passat, cuya novena generación ya únicamente se ofrece con carrocería familiar Variant a nivel mundial. En el caso de nuestro mercado ese hueco queda vacío, pero en el caso del americano, el Jetta ha de ocupar este lugar de un gran peso comercial.
El nuevo Jetta 2025 será más grande
Uno de los primeros aspectos que llama la atención de este nuevo modelo es su longitud pues, al menos en apariencia, es significativamente más largo que el actual Jetta. Por lo que nos dejan ver las imágenes tomadas durante una pruebas invernales, el Jetta 2025 podría rozar los 4,90 metros de longitud del Passat Variant, algo que tendría bastante lógica de cara a su comercialización en el mercado chino, donde les encantan las carrocerías largas.
Este hecho también tendría ventajas desde el punto de vista de reducción de costes de fabricación, pues el Jetta podría una base idéntica a la del Passat, que también se usa en los Skoda Superb y Superb Combi. El actual Jetta que se vende en Estados Unidos mide 4,74 metros de largo, por 1,80 metros de ancho y 1,46 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,69 metros. En el caso del Passat, este último dato alcanza los 2,84 metros.
En lo que respecta a los motores, en la gama norteamericana del Jetta encontramos un ‘viejo conocido’ como es el EA211 evo2, o lo que es lo mismo, el 1.5 TSI que también se usa en el Passat o el Superb (entre muchos otros). Como curiosidad, allí se ofrece con una caja de cambios manual u otra automática de ocho velocidades, no la DSG de siete relaciones que conocemos aquí. Eso sí, a diferencia de su hermano de gama, no hay ni rastro de motores diésel TDI (los hubo en el pasado).
Capítulo aparte merece el Jetta GLI, que viene a ser el equivalente al Golf GTI; de hecho, este modelo de corte deportivo cuenta con el bloque EA888 gen3 que, para la ocasión, desarrolla 231 CV. Al igual que el 1.5 TSI está disponible con caja manual o automática, siendo esta última la mencionada DSG de siete relaciones.
Con casi total seguridad esta última versión no aparecerá en el catálogo de la siguiente generación del Jetta, aunque sí podría permanecer el motor 2.0 TSI en una o dos variantes para hace compañía al 1.5 TSI. Y, salvo que el Jetta regrese a Europa (algunos rumores así lo señalan), el regreso de los TDI es mucho más que improbable. Antes de que acabe este año tendremos noticias.
