Vale aclarar, que hasta una tercera parte de los radares de la Dirección General de Tráfico (DGT), que presuntamente vigilan la velocidad de los conductores, son dispositivos falsos. Meras cajas vacías. Así lo ha reconocido la propia entidad en numerosas ocasiones que, por si no fuera poco, asegura que siguen siendo efectivos para evitar los excesos de los coches en la carretera.
A continuación, en el artículo te daremos más detalles sobre este método que mantiene en vilo a los usuarios.
7Todos los radares tienen un margen de error
Concretamente, hay que señalar que los radares de la DGT son implacables. En otro orden, es que si alguien comete una infracción por exceso de velocidad, lo más seguro es que lo atrapen. De todas formas, estos artefactos aplican unos márgenes de error homologados, donde, si excedemos en pocos kilómetros el límite permitido, es posible que podamos recibir una multa que antes no nos llegaba. En otras palabras, se debe viajar a una velocidad aun mayor al establecido para ser castigados.