En verano solemos viajar más, estar en activo, cumplir sueños pospuestos todo el año y vivir aventuras con nuestra familia o amigos. Para todo, nuestro coche suele ser indispensable. Seguro que muchos conductores piensan que es lógico pasar una revisión antes de salir de vacaciones, pero casi ninguno cae en la cuenta de la importancia que tiene también mover el coche durante el verano para así evitar averías.
Todo va depender de un factor fundamental. Si cuando llegas a tu destino tienes un garaje cubierto y con temperatura constante no tendrás mayor problema, pero la mayoría de los conductores se ve obligado a dejar el coche aparcado donde buenamente pueden y, en muchas ocasiones, bajo un sol de justicia que no le viene precisamente bien.
3Después de mover el coche, busca la sombra
En los días más calurosos del verano nuestro coche puede llegar a alcanzar temperaturas de hasta los 70 grados centígrados en su interior. Volante, asientos, salpicadero… Sean del material que sean van a experimentar un padecimiento inusual, hasta el punto que pueden agrietarse ¡o incluso cambiar de color!
Por eso, el consejo no puede ser otro que mover el coche de forma regular… y elegir siempre lugares diferentes. A ser posible, a cubierto. Sería lo ideal, ¿no? Pero si esto no fuera posible, al menos en zonas sombrías durante la mañana y la tarde. Lograrás, de esta sencilla forma, que el sol incida lo menos posible y no siempre en la misma parte del vehículo.
