Por fin ha llegado el día esperado, ese día marcado desde hace tiempo en el calendario en el que íbamos a conocer el nuevo Mercedes-Benz Clase G, un incombustible todoterreno que ha resistido como ningún otro el paso del tiempo desde que fuera lanzado allá por el año 1979. Ha sido presentado en el Salón de Detroit y cómo era de esperar, la firma de la estrella se ha mantenido fiel al diseño original de su Geländewagen.
Estéticamente no hay sorpresas, pero Mercedes-Benz ha rediseñado su parrilla delantera, el capó, el paragolpes… Todo ello ha permitido mejorar ligeramente el coeficiente aerodinámico del nuevo Clase G, que también gana tecnología al contar con unos faros delanteros y unos pilotos traseros que ahora tienen iluminación LED.
Más corpulento que antes
Aunque el diseño parece fiel a su antecesor, este nuevo Mercedes-Benz Clase G es ligeramente más corpulento, porque su angular carrocería se ha estirado 53 milímetros y también es 121 milímetros más ancho.
Esta nueva carrocería ahora cuenta con infinidad de elementos en aluminio, de forma que se ha conseguido ahorrar nada menos que 170 kilos de peso, lo que redunda en un mejor comportamiento dinámico y también en una mayor eficiencia.
Se sustenta sobre una plataforma de largueros, que estrena unas nuevas suspensiones que han sido diseñadas por los especialistas de AMG en Affalterbach. Nueva también es la dirección y todo ello le va a ayudar a ofrecer una mejor dinámica, algo de lo que nunca ha podido presumir el Clase G.
El mejor fuera del asfalto
Donde si ha sacado pecho desde su lanzamiento ha sido en cuanto a la capacidad off-road. Para ello esta nueva generación, que seguirá siendo fabricada en la factoría de Magna Steyr en Austria, mantendrá sus tres bloqueos para los diferenciales, sistema de tracción total 4Matic, reductora (funciona hasta los 40 km/h)… Pero ahora además ve como su distancia al suelo se incrementa hasta llegar a los 241 milímetros, cuenta con una capacidad de vadeo de 70 centímetros, unos excelentes ángulos de ataque, ventral y salida (31, 26 y 30 grados respectivamente)… Además ahora añade el programa G-Mode para cuando abandonamos el asfalto, pues este nuevo Clase G estrena el sistema DYNAMIC SELECT con diferentes modos de conducción.
El nuevo diseño también se ha trasladado a su habitáculo, donde hay mucho más espacio para sus ocupantes (para las piernas de los ocupantes traseros se habla de 150 milímetros extra). También el conductor podrá elegir entre los clásicos relojes analógicos o bien una pantalla digital de 12,3 pulgadas que se combinará con la central, que también es de 12,3 pulgadas.
Nuevos son sus asientos y como opción los delanteros se ofrecen con Multicontorno Activo, que varían la sujeción, cuentan con calefacción, ventilación y función masaje. En su habitáculo no faltará tampoco un exclusivo tapizado en cuero (como opción se ofrecerá el acabado Designo) e incluso un sistema de sonido Burmester con 16 altavoces.
Por ahora sólo G500
Cuando se ponga a la venta lo hará exclusivamente en versión G500, que esconde un corazón 4.0 V8 Biturbo que proporciona 422 CV de potencia y 610 Nm disponibles entre las 2.000 y las 4.750 rpm. Estrena el cambio automático 9G-Tronic, y aunque sus prestaciones no se han desvelado, anuncian un consumo medio de 11,1 l/100 km.
Está claro que en un futuro próximo se incrementará la gama de motores con la aparición de una versión diésel y también con los impresionantes AMG. Lo que no han dejado muy claro es si llegará una carrocería con tres puertas.
Este nuevo Mercedes-Benz Clase G se pone a la venta en Alemania el próximo mes de junio, donde arrancará con un precio de partida de 107.040,50 euros.
