El drifting es una disciplina que exige al límite a los pilotos y a sus máquinas. Uno de los drifters más reconocidos es el irlandés James Deane y, pese a su gran experiencia, en una prueba comprobó que no es una actividad para nada segura. La situación, que casi lo deja encerrado en su coche incendiado, ocurrió durante el evento Formula Drift del pasado fin de semana.
Todo comenzó durante el día de prensa, donde diferentes periodistas tuvieron la oportunidad de experimentar las emociones del derrape desde el asiento del pasajero de algunos de los autos de la parrilla. Deane, conocido por su estilo agresivo y sus derrapes espectaculares, brindó a algunos afortunados la experiencia de su vida. Lamentablemente, casi termina convirtiéndose en una pesadilla para ambos.
¿Cómo es que James Deane incendió el Ford Mustang?
Más allá de que al principio era todo risas, las cosas tomaron un giro inesperado cuando el YouTuber y amigo de Deane, Kevin Darwish, se subió al Mustang RTR para una vuelta. Las imágenes, tanto del interior como del exterior del vehículo, muestran cómo, en medio de un derrape, llamas empezaron a brotar del compartimento del motor.
Reaccionando con rapidez y lucidez, el profesional del drifting pisó los frenos bruscamente y tanto él como Darwish saltaron del auto antes de que las llamas se intensificaran. El fuego, alimentado por una línea del sistema de nitroso que se quemó, consumió rápidamente el compartimento del motor, fundiendo gran parte del mismo. Por segundos, estuvieron a nada de pagar con su vida este riesgo que tomaron.
¿Cómo afectó a James Deane esta situación durante la prueba de derrapes?
A pesar del susto y los daños considerables, el equipo de Deane no se rindió. Con un trabajo titánico y contra reloj, lograron reconstruir el Mustang RTR a tiempo para el fin de semana de competencia. James decidió no dejar que el incidente lo afectara y terminó recompensando el gran esfuerzo de su equipo de la mejor manera posible: ganando el evento Formula Drift después de una batalla final llena de adrenalina contra Simen Olsen. De casi perder su vida, a ganar la competencia.
El incidente de James Deane sirve como un recordatorio de los riesgos que conlleva el drifting, un deporte que exige al máximo el rendimiento de los autos y la destreza de los pilotos. Afortunadamente, la rápida reacción de él y la profesionalidad de su equipo evitaron una tragedia mayor.
