comscore

El anuncio que lanzó Honda hace 10 años para jugar con tu destreza visual

Hace una década, Honda lanzó un anuncio publicitario que desafió la percepción visual de los espectadores y desató una ola de asombro y admiración. El protagonista de esta campaña era el popular CR-V, un automóvil que aparentaba flotar en el aire gracias a una hábil ilusión óptica. No sabe si fue por esta presentación o sus prestaciones, pero terminó siendo de los modelos más vendidos por la marca japonesa.

El anuncio, ingeniosamente diseñado, presentaba el nuevo modelo de la firma asiática situado en medio de un paisaje monocromático, con tonos beige dominantes. La escena parecía sacada de un sueño, con el vehículo aparentemente suspendido en el aire, rodeado por una luz soleada y sombras oscuras que jugaban con la perspectiva. Para la época era verdaderamente algo completamente original y lograba captar la atención de todos.

¿Cuál era el mensaje que quiso transmitir Honda con esta publicidad?

El mensaje del anuncio resonaba con una invitación a desafiar lo imposible y buscar nuevas formas de eficiencia y rendimiento. Se destacaba la eficiencia del motor diésel del CR-V, que ofrecía un mayor kilometraje por galón, mostrando cómo la empresa japonesa buscaba innovar y superar los límites en el campo de la ingeniería automotriz. Una gran idea que terminó desencadenando en uno de sus mejores modelos, según los usuarios.

A pesar de ser una campaña publicitaria, el anuncio trascendió su propósito comercial y se convirtió en un fenómeno en línea. Fue uno de los primeros videos que se volvieron virales y llevaron a otras personas a querer imitar estos efectos. Los espectadores quedaron impresionados por la creatividad y el ingenio detrás de la ilusión óptica, y muchos expresaron su asombro en plataformas como YouTube, donde el vídeo se popularizó.

¿Qué características tenía uno de los primeros Honda CR-V?

¿Qué características tenía uno de los primeros Honda CR-V?

La cuarta generación del Honda CR-V ofrecía una gama de precios que comenzaba desde los 24 400 euros para la versión base, equipada con un motor Diesel de 120 caballos de potencia y tracción delantera. Esta opción, que estuvo disponible desde noviembre de 2013, era la más económica pero limitaba las opciones de tracción total y cambio automático, reservadas para las variantes con motores más potentes, como el Diesel de 150 caballos —2.2 i-DTEC— y el de gasolina de 155 CV —2.0 i-VTEC—.

Las pruebas realizadas con los tres motores disponibles para el CR-V revelan que el motor Diesel de 150 caballos ofrece un rendimiento superior al de gasolina de 155 CV, gracias a un mayor par máximo de 350 Nm frente a 192 Nm. Su gran éxito se debe a estas características y un poco también al ingenioso comercial que tuvo fuerte repercusión en Youtube.