En estos tiempos de precios de los combustibles disparados y de búsquedas de etiquetas ambientales que permitan la movilidad en el interior de las ciudades, la solución de Dacia vuelve a apostar por la sencillez, por eliminar complicaciones y, por tanto, grandes inversiones a la hora de adquirir un coche. GLP se llama la fórmula de la firma rumana.
Y no es una solución nueva ni una tecnología por desarrollar. La marca del Grupo Renault suma más de 50.000 vehículos de gas licuado petróleo (GLP) vendidos en España en los últimos cinco años. Y copa absolutamente el mercado con un 85 por ciento de las ventas de modelos movidos por gas licuado de petróleo.
Es una tendencia que parece que cala en el mercado, pues desde 2017 este tipo de vehículos han crecido un 250% en España, hasta alcanzar los 150.000 vehículos en circulación. Y otro tanto ocurre en Europa, donde el número de vehículos de combustibles alternativos se ha incrementado un 35% y, a nivel global, ya circulan 28 millones de vehículos de este tipo, siendo más de medio millón de la marca Dacia.
1Sencillez es la solución de Dacia con el GLP
¿Cuál es el secreto que ha llevado a la marca a liderar esta tendencia? Lo cuenta Francisco Hidalgo, el director de la firma en España, en un encuentro en el que quiere poner en valor su fórmula para una movilidad sostenible. Hidalgo comenta que Dacia apuesta desde su filosofía por la movilidad sostenible para todos y que eso les obliga a otro enfoque. Una visión en la que ofrecer soluciones sencillas en lugar de elevadas tecnologías que encarecen el precio y por tanto hacen menos accesibles sus modelos.
Es la filosofía Design to Cost (Diseñar para ahorrar podría traducirse). Con esa premisa se crean coches ligeros que no necesiten un motor muy grande para moverlos. Y de esta manera ahorramos carburante. Y si se utiliza un carburante como el GLP que además de ser más barato es más ecológico, el ‘ahorro’ es doble. Para Dacia, en palabras de Hidalgo “ser ECO es ser ecológico, económico e inteligente”.
Con el GLP se consigue todo esto, pues los ahorros llegan hasta un 50% con respecto a los combustibles convencionales, la autonomía de los vehículos supera los 1.200 kilómetros y sin perder ni prestaciones ni rendimiento. Es lo que define Hidalgo como » responder a las necesidades de los clientes a un precio justo». Algo que Dacia tiene en su ADN.
