Fabricado entre 1994 y 1999 en sus carrocerías Berlinetta y Spider, el F355 de Ferrari es uno de sus deportivos más queridos e icónicos en la era post-Enzo. De este se fabricaron unas 11.000 unidades y, además de su aspecto atemporal creado por Pininfarina, las prestaciones no están nada mal para tratarse de un coche con más de 20 años.
El motor era un V8 de 3,5 litros atmosférico que producía 380 caballos y que hacia que este F355 pasase de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 295 km/h. Esto son palabras mayores si estamos hablando de un coche de 1995.
Los datos hablan por sí mismos
Con estas cifras y diseño sería un pecado dejar que se desperdiciasen por ahí perdidos o abandonados y esto es justo lo que se ha conseguido con este ejemplar. El actual dueño lo rescató de un granero en Macao, China, después de que llevase desde 2007 parado y cubierto únicamente con una sábana. En cuanto el comprador vio los kilómetros (10.000) y el extraño color Verde Silverstone en el que estaba pintado, se decidió a comprarlo. Este se importó a Londres y allí es donde los especialistas de H.R Owen Ferrari comenzaron su arduo trabajo.
El coche no se arrancaba desde 2007 por lo que los líquidos, cables y demás elementos estaban en condiciones más que dudosas. Como resultado se tuvo que sacar el motor al completo, desarmar y limpiar o incluso sustituir muchas de sus piezas. El embrague se cambió también así como el depósito de combustible y el escape. Con nueva gasolina, batería, fusibles y otras muchas puestas a punto mecánicas, el coche arrancó tras más de una década sin hacerlo. Los mecánicos también sustituyeron el sistema de aire acondicionado, los frenos, la amortiguación y, como no podía ser de otra manera, los neumáticos.
Ahora el dueño quiere restaurar el exterior y darle una mano de pintura nueva en el color original Verde Silverstone que lleva.