La flota de vehículos del Vaticano tiene un nuevo miembro. Se trata de un Toyota Mirai propulsado por hidrógeno con el que el Papa Francisco podrá viajar con cero emisiones, ya que este modelo solo emite a la atmósfera vapor de agua. El coche es un regalo de la Conferencia Episcopal Japonesa y es uno de los dos ejemplares de Mirai papamóvil que Toyota personalizó para la visita del Papa el pasado año a Japón.
La entrega del vehículo tuvo lugar hace unos días en la Domus Sanctae Marthae, residencia del Papa en la Ciudad del Vaticano, y al acto asistieron, entre otros, Miguel Fonseca, actual vicepresidente de Toyota Motor Europa, que hasta 2006 estaba a la cabeza de Toyota España; al que acompañaron Mauro Caruccio, CEO de Toyota Motor Italia; y el padre Domenico Makoto Wada, en representación de la Conferencia Episcopal Japonesa, y Seiji Okada, embajador de Japón ante la Santa Sede.
Personalizado para el Papa
El Mirai personalizado como papamóvil mide 5,1 metros de largo y 2,7 de alto. Solo conserva la parte delantera del modelo tal cual, ya que la trasera ha sido adaptada para los viajes del Pontífice, incluyendo un asiento sobreelevado y una escalera de acceso. La carrocería está pintada en blanco y tiene una mampara de cristal blindado.
El Toyota Mirai es el primer modelo propulsado por hidrógeno producido en serie desde 2014 y puede recorrer 500 kilómetros sin contaminar. El Mirai se une a otros modelos también utilizados por el Papa Francisco a lo largo de su pontificado, como el Dacia Duster o el Hyundai SantaFe.
